Leonel Contreras, ex defensor de la Universidad Católica finalista de la Copa Libertadores 1993, vive un verdadero drama en la actualidad: el otrora futbolista se encuentra luchando con las consecuencias de un ataque cerebrovascular hemorrágico, que lo hizo perder todo tipo de sensibilidad en el lado izquierdo de su cuerpo.
"Quedé con algunos problemas de movilidad en ese lado y por circulación de la sangre. Necesito ayuda en algunas cosas como hacerme un sándwich o ir al baño. En la pierna izquierda tengo muy poca movilidad y en el brazo nada, porque además me caí y dañé la clavícula. Mi vida actual es estar en una silla de ruedas viendo televisión", contó al diario Las Últimas Noticias.
Contreras, quien naciera futbolísticamente en Everton pero que alcanzó su punto cúspide jugando las dos finales de la Copa Libertadores de 1993 con la UC ante Sao Paulo, hoy se encuentra sin tratamiento, pues a sus 59 años debe cuidarse de sobremanera del coronavirus.
"Con la pandemia todo se ha dificultado. Llevaba una buena recuperación y ahora no puedo ir a un gimnasio o a un centro médico a hacer terapia. Venía un kinesiólogo a mi casa, pero por asunto de dinero tuve que dejarlo. Tengo problemas económicos por unas contribuciones impagas. Invertí en un terreno cuando era jugador y ahora la deuda es grande", agregó en su relato.
El también exdefensor de la Selección Chilena -combinado que defendió en la Copa América 1989 y los Juegos Olímpicos 1984- contó que desde el 27 de febrero del 2019, día que sufrió el ataque cerebrovascular, su angustia ha crecido y pese a que ha pedido una mano no se la han tendido.
"Estuve diez días hospitalizado. Traté de conseguir ayuda con el Sifup y no pasó nada. Me dijeron que no me correspondía el bono que entregan porque no calzaba con los años que yo jugué. Al final uno deja de jugar al fútbol y la gente se olvida", finalizó.