Pedro Engel ha sido desde hace tiempo el rostro más importante de la espiritualidad y las prácticas esotéricas en nuestro país, una vocación que lo identifica y que descubrió a una temprana edad.
El tarotista habló sobre sus inicios en lo oculto en el episodio a estrenar de La Divina Comida, en donde compartió mesa con Carolina “Krespita” Rodríguez, Memo Bunke y Karol Cariola.
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Estos fueron los inicios espirituales de Pedro Engel
En el episodio que se transmitirá esta noche de La Divina Comida, Pedro Engel conversó con sus invitados sobre el incidente que lo encaminó en las artes esotéricas.
“Desde pequeño yo jugaba aquí en el jardín y todos los días veía a los muertos de mi familia. Mi familia es muy pequeña porque la mayor parte fue asesinada en la guerra, y le decía a mi papá: ‘Papá, estuve jugando con mi abuela’. ‘¿Qué? Cómo se te ocurre que vas a estar jugando con tu abuela, ¿de dónde sacas esas cosas?‘”, recordó el astrólogo, según el adelanto exclusivo al que tuvo acceso TiempoX.
“Bueno, mi papá se preocupó porque yo vengo de una familia muy racional, hasta que un día mi papá me dijo ‘nos recomendaron un psiquiatra muy bueno’. Ya po, llegamos donde el psiquiatra: ‘¿Qué le pasa Pedrito?‘. Debería haber tenido unos 10 años. Lo que pasa es que veo personas, le digo yo. De hecho, veo una señora que le está haciendo cariño, ella tiene los ojitos verdes, súper amorosa”, agregó.
Según contó en su anécdota, la persona que vio sería la madre fallecida del psiquiatra, lo que lo habría emocionado enormemente.
“El psiquiatra me miró, se puso a llorar y me dijo:´Es mi mamá que murió hace una semana´. Y ahí entonces me dijo:´Pedrito, eres sorprendente´”, recordó.
Años después, cuando se encontraba estudiando literatura en la Universidad de Chile, una investigación sobre la influencia de la luna en la vida de García Lorca lo llevó a un diccionario de signos, en donde aparecía la carta del tarot de “La Luna”.
“Llegué a la casa y le pregunté a mi abuela que era una mujer cultísima: ’Abuela, ¿usted sabe lo que es tarot?‘. Sí, me dijo, ‘yo tengo un tarot que traje de Budapest, envuelta en un pañuelo de seda lindo’. Yo lo abrí y dije ‘wow, qué lindas imágenes”, contó en medio de la cena.
“Una amiga me fue a ver y me dijo ‘Pedrito, tienes el tarot, ¿lo lees?’ No, le dije, ¿esto se lee? Sí, me dijo, y me leyó y yo quedé pati tieso. Bueno, esto fue un viernes, y el domingo en El Mercurio: ‘Profesor Basilio, clases de tarot’. Esta es la mía”, concluyó Pedro Engel en su relato sobre cómo aprendió las prácticas esotéricas por las que es reconocido en todo el país.