Galo, el pequeño hijo de Mayte Rodríguez y Camilo Figueroa, desde tan solo meses de edad ya estaba experimentando el mar. Hoy, a sus tres años, ya está enfrentándose a él.
Es que, el retoño de la actriz ya practica el snorkel en pleno océano abierto, una exploración que sorprendió a sus padres y que fue dándose de a poco.
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Así fue el camino del hijo de Mayte Rodríguez para llegar a nadar
Mayte Rodríguez conversó con el medio nacional LUN sobre su aventurero hijo y el proceso que vivió que fue desde nadar en una piscina hasta llegar a explorar el mar.
“Comencé con calma, agarrándole la guatita, viendo hasta dónde puede flotar, hasta que se soltó sin alitas. Le puse las aletas, después avanzaba como un pescado a la velocidad de la luz. Lo hemos hecho en piscina y nos metimos al mar, pero todavía no ha visto pescaditos”, recordó.
“(...) Encuentra una calma que para mí ha sido muy reveladora: ver la conexión que él tiene en el agua, comunicarnos debajo del agua. Le hago señas, le muestro cosas, él va y las toca”, añadió.
Este gran avance llegó muy temprano debido a que la modelo inscribió a su hijo en clases de natación en Maitencillo, esto por dos grandes razones. Primero, para que sepa como comportarse en el agua, y segundo, porque ella también comparte una fuerte conexión con el mar.
“Ahora empezamos con el snorkeling porque para bucear uno necesita más años, con tan que, que es lo que hago y es una de mis pasiones, quedan muchos años para eso. En algunos lugares aceptan desde los 10 años, en otros desde los 18. Así que queda mucho. Con el snorkeling ha sabido usarlo, nadar, flotar, siempre acompañado de mí”, mencionó.
A pesar de lo rápido que aprende, lo cierto es que su madre sigue extremando las precauciones.
“Da un poco de nervios como mamá que sea todo terreno, pero como él es precavido y me escucha trato de soltar: de decirle cuidado, es un poco peligroso y él va aprendiendo. Es bueno para escalar rocas y siempre va tomadito de mi mano. Pero siento que soy más de que pruebe a que se quede con las ganas”, concluyó.
