Con agarrón a Vodanovic incluido: la noche anglo que rompió con todo lo establecido en Viña

De hecho, el fallecido crítico de espectáculos, Ítalo Passalacqua, definió a los protagonistas del momento como unos “campeones para el escupo, los gritos y especialistas en desalojar la Quinta Vergara”.

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Faith No Morebrindó uno de los shows más icónicos de la historia del Festival de Viña del Mar.
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Este jueves 27 de febrero se desarrollará la tan esperada noche anglo del Festival de Viña del Mar, una instancia histórica donde artistas de habla inglesa tocan ante la Quinta Vergara.

Si bien este 2025 las expectativas son muy altas por la presencia de Incubus y The Cult, en la memoria colectiva siempre sonará bastante fuerte el rock sin precedentes que Faith No More mostró durante dos noches en el evento.

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De hecho, el show de la banda de Mike Patton y compañía es considerado una joya de culto en la actualidad, pese a que tanto la prensa de antaño no opinó lo mismo en aquella ocasión.

Faith No MoreEl momento en donde Mike Patton, líder de la banda, le da un agarrón a Antonio Vodanovic.

Faith No More en el Festival de Viña del Mar: Un show hizo historia

Las noches del 5 y 6 de febrero de 1991, la banda Faith No More se presentó en uno de los festivales más recordados de la historia de Viña, puesto que fue el primero tras el regreso de la democracia.

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Si bien, actualmente, el grupo musical antes mencionado es considerado una leyenda del rock, en ese entonces eran vistos como unos verdaderos freaks que llegaban presentando su disco The Real Thing y que dejaron, dicho cariñosamente, la escoba en el escenario ante un puñado de fans que se quedaron para verlos.

Entre las locuras cometidas por Faith No More en Viña del Mar no solo destacó el alto volumen utilizado a la hora de tocar, algo totalmente rupturista para la época, sino que también su vocalista, Mike Patton, le dedicó una canción a su “amor”, Myriam Hernández, e incluso le dio un agarrón y un beso a Antonio Vodanovic, la autoridad máxima del evento.

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“Unos atronadores rockeros thrash, campeones para el escupo, los gritos y especialistas en desalojar la Quinta Vergara con rapidez vertiginosa. Cuando empezaron su actuación, a la 1 con 25 minutos, había 12 mil personas, pasados siete minutos, quedaban solamente unas mil quinientas. ¿Las demás? Huyeron despavoridos, tapándose las orejas. ¡Qué ‘maravillosa’ velada de inicio!”, comentó en su momento el fallecido comentarista de espectáculos, Ítalo Passalacqua al diario La Segunda.

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