Este fin de semana, “La Divina Comida” se llenará de humor y emociones con un elenco lleno de carisma. Entre los invitados especiales están la actriz y animadora Yamila Reyna, el humorista Gabrielle Benni, la bailarina Ana María Muñoz, conocida como Zapallito Italiano, y el drag queen uruguayo Marcelo Álvarez, también conocido por su nombre artístico Nicole Gaultier.
Uno de los momentos más destacados de la noche fue la conmovedora historia de amor que Gabrielle Benni compartió con los otros comensales, una anécdota que dejó a todos emocionados.
Gabrielle Benni y su historia de amor de 41 años
El comediante italiano, que lleva más de 40 años casado, relató cómo conoció al amor de su vida, una historia que parece sacada de una película romántica. Benni trabajaba en el Desierto del Sahara, en una obra con empleados italianos, cuando un día asistió a una fiesta organizada por el embajador de Perú. Allí conoció a una joven de 15 años, la hija del embajador, que lo impresionó profundamente.
“Yo me enamoré, dije: cuando salga de esta huevada, voy a Perú a buscar una igual, si no valgo callampa”, confesó Benni entre risas.
Tras regresar a Italia, a Benni se le ofreció elegir entre varios destinos de trabajo, incluyendo opciones mejor pagadas en Arabia y China, pero él decidió ir a Perú. “No me interesaba la plata, quería ir a Perú csm”, recordó el humorista, reflejando su determinación de seguir lo que su corazón le dictaba.
Un amor a primera vista
Cuatro meses después de llegar a Perú, Benni tuvo un encuentro inesperado que cambiaría su vida para siempre. Al tocar la puerta de un contratista para una obra, quien le abrió fue la hija del pintor, la misma joven que había conocido años antes. “Fue amor a primera vista”, confesó Benni. Ocho meses después, ya estaban casados.
“Nos enamoramos a muerte, y cuando nos casamos, hicimos un programa: yo quería ser el proveedor y mi sueño era tener cuatro hijas”, contó con ternura.
Benni también compartió cómo su esposa ha sido su mayor apoyo durante todos estos años. “Ella sopla viento bajo mis alas, yo soy como un pájaro, como la callampa para que yo volara”, dijo emocionado. Aunque, en tono jocoso, admitió que los desafíos no han sido pocos: “Mi señora ahora no tiene más aire, porque no ha sido fácil despegar”.
