Eli de Caso participó en un nuevo capítulo de “La Divina Comida”, donde recordó el emblemático programa de ayuda social que la llevó a la popularidad.
En 1991, la animadora alcanzó el éxito con “Aló Eli” en La Red, para luego consolidarse en Megavisión, entre 1992 y 2000, bajo el nombre de “Buenas tardes Eli”. Finalmente, el programa vivió su última etapa en TVN, entre el 2001 y 2004.
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La crítica de Eli de Caso a la TV
“Ahora hace falta un programa como éste, porque hoy día hay tantas herramientas para poder ayudar a la gente”, declaró Eli de Caso según el adelanto exclusivo al que tuvo acceso TiempoX.
“Los matinales van cuatro a cinco horas al día en las mañanas, que son como programas policiales, son del terror, las personas están llenas de miedo, muerte, secuestros, raptos, una cosa espantosa”.
“Entonces yo digo, de las cuatro o cinco horas que van al aire, cómo no pueden designar dos horas para un programa de servicio con distintos conductores, con doctores, con servicio público, con gente que está en terreno, con cosas civiles, hay tanto por entregar”, reflexionó la madre de Krishna de Caso y Yuyuniz Navas.
“Yo hago charlas motivacionales de autoestima y la gente me dice: “Eli, no hay nada para nosotros, nos sentimos solos, nos sentimos desamparados”. Y la gente ya no quiere más, ¿por qué crees tú que cada día hay gente que ve menos televisión? Es que la televisión tiene un deber, además de entretener, tiene un deber de país”, recalcó Eli de Caso.
El caso que marcó a Eli de Caso
Consultada respecto a algún caso emblemático que haya vivido durante sus tiempos en “Buenas tardes Eli”, la animadora recordó la ayuda que le pidió una madre desesperada.
“Una vez yo iba saliendo de Megavisión, siempre había mucha gente esperándome afuera. Entonces yo salía en el auto y un día una mujer se mete como por la ventana del copiloto, y me entrega una guagua y me dice: “usted es la única que lo puede salvar”. Le dije: “¿qué es lo que le pasa a su guagua?”. Me dice: “necesita un trasplante de hígado”. No sé si te podamos ayudar, nosotros somos un programa de televisión”, relató Eli de Caso.
“Claramente, nosotros acogimos el caso, ella necesitaba un trasplante de hígado. Se hizo el trasplante de hígado, porque ella tenía una condición donde se podía trasplantar la punta del hígado... Es que a mí se me mezclaban las cosas, se me mezclaba todo. Yo decía si yo puedo hacer algo, cómo no lo voy a hacer. No porque yo sea mejor, porque yo sea chora, porque yo sea santa, nada, no tengo nada de eso”.
“Porque si yo lo puedo hacer, yo no puedo dejar de hacerlo, pero eran cosas que me superaban, nosotros éramos un programa de televisión, donde recibíamos 1.000 cartas diarias”, recordó la animadora.