En un nuevo capítulo de “Podemos Hablar” al que TiempoX tuvo acceso, Renata Bravo habló del trastorno que la aqueja, la Pibonexia.
Con su caracteristico sentido del humor la comediante conversó sobre sus relaciones sentimentales siendo una mujer separada a los 49 años.
Este domingo 19 de mayo se transmitirá un nuevo capítulo de “Podemos Hablar”, la actriz compartirá con Anita Alvarado, Felo y Andrés Celis.
Pibonexia, la condición que afecta a Renata Bravo
“Hice la tarea, yo tengo que contextualizar, porque todo lo que hable en este programa, puede ser usado en mi contra, por tanto, yo voy a decir que todo lo que pasa, que yo digo tiene que ver con una enfermedad que yo tengo que se llama Pibonexia ¿Qué es la Pibonexia? Es que yo me siento más rica de lo que soy, partamos por ahí, entonces todo lo que he observado de los hombres, puede ser que ellos me vean penquita, pero yo me paso rollo con ellos”, señaló la actriz.
En ese sentido y tal como lo explicó Renata Bravo, la Pibonexia proviene de la palabras “Pibón”, que en España significa “muy atractiva”. Y son las personas que se sientes más bellas de lo que en realidad son.
Aunque la comediante lo dijo casi a modo de ironía, sí mencionó que esto tiene que ver con sus relaciones amorosas a su edad.
“En mi época de cabra, de juventud, de 20-25 años, los hombres, lo único que querían era…. hacer el amor, alias pegarse un polvete, pero hoy día la cosa no es así, de hecho hay un dicho que decía si a las mujeres cuando quieren y el hombre cuando puede. Hoy día el dicho es: ´Las mujeres cuando pueden y el hombre cuando no tiene paddle´, y yo lo digo con conocimiento de causa, porque yo soy separada, entonces tengo unas dos, tres noches al mes para pegarme mi… salida, entonces yo ´teléfono, amigo de turno´”, agregó.
A su vez la actriz confesó que prefiere a los hombres menores ya que tienen más iniciativa y son más jugados que los hombres mayores.
“Nosotras las mujeres separadas somos súper jugadas, podemos tener un campeonato de paddle, podemos tener el día de la madre, pero nos salta la liebre y entre todas nos apañamos. Yo he ido a reuniones de apoderados de cabros que no son míos con tal de cubrir a mi amiga que saltó el polvo, pero los hombres no son así de jugados a esta edad, por eso nos gustan los más jóvenes”, finalizó.