Este martes en “Gran Hermano” Chile, los jugadores del reality show recibieron una tentadora propuesta para poder complementar su presupuesto semanal de alimentación.
Durante el prime del programa, la conductora Diana Bolocco les pidió a los concursantes que eligieran a tres personas que estuvieran dispuestas a sacrificarse a cambio de comida, quienes escogieron finalmente a Skarleth Labra, Jorge Aldoney y Viviana Acevedo.
Para hacer más tentador el premio, “Gran Hermano” les impuso a los jugadores tres niveles distintos de dificultad, ya que cada plato tenía un premio diferente y mejor a medida que iban avanzando.
Asqueroso para unos, nutritivo para todos: La prueba de “Gran Hermano” Chile que debieron superar a cambio de comida
Luego de que los jugadores de “Gran Hermano” Chile eligieran a los tres que participarían en la actividad a cambio de comida, Diana les pidió que se trasladaran al zoom de la casa para seguir con la prueba. En el lugar, había una mesa blanca con tres platos cubiertos por una campana, los que los elegidos debían comer para ganar.
El primer premio era una pequeña caja de mercadería con algunos abarrotes, el segundo era una canasta grande repleta de frutas y verduras. Pero sin dudas el más importante era el tercero: dos carros de supermercado llenos de comida, en los que Diana Bolocco no dudó en aclarar que venían varias cosas que los participantes generalmente dejan fuera de la compra semanal debido al bajo presupuesto que han obtenido en las competencias, como chocolates y helados.
Las reglas eran simples: Cada uno de los participantes debía levantar la campana y comer al menos cuatro bocados de tamaño considerable de lo que hubiera en su plato, para finalmente comerse juntos el postre de chocolate que estaba en una caja aparte, fuera de la vista de los jugadores.
La primera en empezar fue Skarleth Labra, la que debió comer chunchules. La concursante sorprendió con su determinación, comiéndose los cuatro bocados de su plato. “Yo como guatitas y se parecen así que lo asimilé un poquito. Estaba rico”, le dijo la concursante a Diana Bolocco.
El siguiente fue Jorge Aldoney, el que entre muchas arcadas debió comer lengua de vacuno. Si bien el modelo partió con mucho empeño dándole mordiscos a su comida, desde la producción le avisaron que los dos últimos bocados eran muy pequeños, por lo que el jugador finalmente terminó comiendo un poco más que sus compañeros. “No lo voy a hacer nunca más en la vida, pero gracias”, declaró con asco.
Cuando Viviana Acevedo estaba por levantar su campana para ver qué le había tocado comer, la conductora del programa les indicó que para ese nivel cambiaban las reglas del juego, ya que al ser un premio mayor la condición era que entre los tres debían comer todo lo que hubiera en el plato: Cuatro sesos.
Los tres jugadores empezaron a comer con el apoyo de sus compañeros y mucho asco; aclarando de que si bien ni el sabor ni el olor eran tan desagradables, lo que realmente le daba la dificultad era la textura viscosa del plato.
Cuando ya estaban por poco más de la mitad, “Gran Hermano” intervino para ofrecerles un trato: Ellos podían elegir a uno de los tres jugadores para ser reemplazado en el desafío, mientras que él elegiría quién sería el reemplazo.
Fue así como Skarleth Labra dejó el reto, siendo reemplazada por decisión de “Gran Hermano” por Hans Valdés, quien en solo tres bocados acabó con el plato.
El desafío final, sin embargo, parecía mucho más inofensivo, pero en realidad fue de bastante dificultad para los participantes: un pequeño trozo de chocolate 100% cacao, el que según conocedores llega a sentirse ácido en el paladar de lo amargo que es.
A punta de vasos de agua, Jorge Aldoney, Viviana Acevedo y Hans Valdés terminaron la prueba, quedándose finalmente con la caja de mercadería, la cesta de fruta, y los dos carros de abarrotes para complementar su dieta semanal.