Un duro y potente conflicto se vivió en “Gran Hermano” Chile, esta vez los protagonistas fueron Jennifer Galvarini y Mónica Ramos.
Todo comenzó cuando la “Pincoya” junto a Constanza Capelli, Raimundo Cerda y Francisca Maira hicieron un “fuerte” o torre de almohadas para protegerse de la participante más longeva del reality para que no los retara, pues en más de una ocasión, se molesta por los ruidos que hay en la pieza.
Lo que no esperaba ninguno de los jugadores de “Gran Hermano” Chile es que todo este juego para poder conversar tranquilos se transformara en una gran bola de nieve que terminó por molestar a toda la casa-estudio.
Y es que tarde en la noche, cuando las luces ya se encontraban apagadas, Mónica Ramos se percató de este y se molestó en gran cantidad, por lo que comenzó a rezar.
“Que salga el mal y que entre el bien como una luz“, se escucha que menciona.
El potente conflicto entre Mónica Ramos y Jennifer Galvarini
Tras percatarse de la situación, Mónica Ramos buscó ayuda en la otra pieza, contándole a sus compañeros lo ocurrido mostrándose evidentemente afectada y molesta puesto que pensaba que todo esto tenía que ver con espíritus.
De ahí en adelante, la situación solo empeoró, pues Hans Leonel Valdés y Rubén Gutiérrez salieron en defensa de la participante más longeva, enfrentando a Raimundo Cerda, quien se despertó por la situación.
El jugador que llegó hace pocas semanas a la casa-estudio le aclaró la situación a Mónica Ramos, señalándole que se trataba de un juego y que no era nada en su contra. Pero aún así, el conflicto continuó.
“Hay cosas que no son normales”, le dijo.
Pero la polémica no llegó hasta ahí, porque minutos después, Jennifer Galvarini se despertó y encaró a Mónica Ramos por mencionarla durante este conflicto
“Señora Mónica yo le voy a decir algo, corten su show conmigo. ¿Ya? Mire si usted cree que yo le estoy haciendo algo, la voy a dejar bien en claro, yo no quiero tener problemas con usted”, señaló Pincoya.
Al instante, Mónica Ramos se molestó aún más, enfatizándole en su gusto por conversar con las cámaras y los espejos, provocando que la conversación se intensificara aún más a pesar de que le mencionaban que se trataba de un juego y que no era nada en su contra.