Mónica Ramos es una de las jugadoras de “Gran Hermano” Chile que menos participación tienen en el reality. La mujer de 77 años ha sido criticada por no participar de las pruebas, pero sus compañeros siguen sin enviarla a placa, por lo que se mantiene “blindada” en la casa-estudio.
Sin embargo, la jugadora más longeva en la historia del programa, guarda una pena muy grande relacionada con sus hijos y nietos.
“Mis hijos tampoco han sido buenos padres, no puedo decir que mis hijos han sido buenos conmigo o con sus hijos, no”, confesó hace algún tiempo y, en las últimas horas, volvió a referirse al tema en conversación con Constanza Capelli.
La favorita del público de “Gran Hermano” Chile se acercó a Mónica Ramos para acompañarla tras la eliminación de Trinidad Cerda.
“Siento que estaba preparada, yo igual estaba preparada si me iba”, dijo la joven.
“Es que te pones tan contenta cuando escuchas la voz de tu mamá”, respondió “Moni”.
El gran dolor de Mónica Ramos de “Gran Hermano” Chile
Siguiendo con la conversación, Mónica Ramos explicó que “estando aquí valoras más las cosas de afuera”.
“Yo he aprendido mucho sobre la juventud, porque de repente he sido injusta con mis nietas, creía que lo estaba haciendo bien como abuela, pero ese tiempo pasó y no me di cuenta”, relató Mónica Ramos.
Al mismo tiempo, la jugadora de “Gran Hermano” Chile destacó que “ahora voy a cambiar con mi nieto, lo voy a entender, porque viví con jóvenes”.
“Le voy a dar un abrazo y que los voy a entender, que las cosas no son como yo quiero”, sentenció la mujer, asegurando que también les ofrecerá disculpas.
“Me alegro que vuelvas acá a conversar conmigo, me digas que me quieres”, le dijo a Coni.
“Siempre he estado ahí. No me gusta verla solita”, respondió Constanza Capelli.