En el próximo capítulo de “Podemos Hablar”, Katty Kowaleczko compartió un angustiosa experiencia que vivió en su matrimonio tras sufrir violencia por parte de su expareja.
En un adelanto al que tuvo acceso TiempoX, la actriz recordó en el programa un doloroso episodio que marcó su vida, revelando parte de la violencia de género que sufrió en aquel entonces.
“He hablado varias veces que me casé muy jovencita, la persona con la que me case era enferma psiquiátrica, no me dijeron nada, era un esquizofrénico, paranoico, psicópata, diagnosticado, y me sacaba la mugre. Una vez trató de golpearme en la calle acá en Santiago, y yo arranque, y llegué donde mi mamá, y le conté. Me dice te separas ahora, no hay hijos, no hay nada, así que ahora, y me lleva a terapia, y la terapeuta me confirma eso, me dice que no hay remedio, entonces me separo”, comienza contando en “Podemos Hablar”.
Según explicó Katty Kowaleczko, también sufrió por la gran obsesión y persecución por parte de su expareja.
“Pero el cuándo se comunicó conmigo me dijo, tú no te vas a librar de mí. Después yo andaba pegada a mi madre, porque me sentía muy vulnerable, y muy avergonzada de separarme en esa época. Había compromisos de seguir estudiando, de seguir haciendo mi vida fuera de Santiago, y nada, me encerró en la casa, estuve muy mal. En la mañana, tarde y en la noche me llegaban cartas de él, esta mañana saliste a tal hora, tal micro, tal patente, caminaron no sé qué, todo, y en la tarde otra. Eso provoca que uno ande muy inseguro, con mucho miedo, muy vulnerable, y mi mamá, que se puso leona, me protegía. Incluso me llegaban coronas de flores a mi casa, con una letra que yo conocía”, expresó.
El hostigamiento y persecución que sufrió Katty Kowaleczko
De acuerdo a la información a la que accedió TiempoX, en medio de esta incómoda y lamentable situación que vivió de violencia, Katty Kowaleczko tuvo un encuentro con un desconocido, quien le reveló una importante información.
“Mi madre trabajaba en Santiago centro en una tienda, yo la acompañaba todo el día, y se acerca un cabro joven, de 25 años, y me dice ‘¿Puedo hablar contigo? Lo que pasa es que, el que te está siguiendo soy yo, es que este caballero me contrató, por eso te llegan cartas, porque soy yo que veo a la hora que sales. De ahora en adelante, voy a seguir haciendo la pega, pero voy a cambiar todo’, y así fue”, explicó la actriz.
“Al día siguiente seguían las cartas, pero con otras historias, que no eran las reales. Yo nunca más vi a este chico”, aseguró.