Mónica Ramos rompió en llanto al hablar sobre la relación que mantiene con sus hijos y nietos en “Gran Hermano” Chile.
Todo ocurrió mientras la participante se encontraba conversando con su compañero, Francisco Arenas, cuando quiso consultarle por su opinión respecto a una temática, que por lo visto, la mantiene muy afectada.
“¿Qué opinas de los bribones que dejan botados a sus hijos?”, consultó Mónica Ramos.
“Para mí no hay explicación. Uno puede apartarse a lo mejor un tiempo de los hijos, pero los hijos van en la sangre, igual que la sangre circula por las venas, así son los hijos, por lo menos para mí”, fue parte de la respuesta de Francisco Arenas.
Fue entonces cuando la participante entregó su opinión, destacando el rol que han tenido sus hijos.
“Mis hijos tampoco han sido buenos padres, no puedo decir que mis hijos han sido buenos conmigo o con sus hijos, no... Entonces yo también le digo a ellos ‘yo no me explico el porqué', por último buscarlos y tomarse una taza de té tranquilos en un restaurant o en una plaza a conversas, decirle que tú lo quieres, pero nada, entonces yo tampoco puedo criticar al padre de mis nietos, porque tengo que ver primero mi ejemplo de mis hijos porque no han sido buenos papás y eso me ha dolido”, comenzó explicando Mónica Ramos.
La pena de Mónica Ramos
Según comenta Mónica Ramos, le provoca mucho dolor no solo que sus progenitores no se preocupen de sus nietos, si no que también no poder tener relación con ellos tal y como le gustaría.
“Por esa parte no he podido ver a mis nietos como me podría corresponder, ¿qué culpa tiene la abuela de que haya tenido hijos así tan descuidados con sus hijos? Entonces son dolores que van quedando. Yo entiendo al Sebastián y me da pena y me da rabia. Mira hasta hace poco tuve relación con uno de mis nietos, pero ya después no sé por qué se alejó, yo lo ayudé a criar. De repente me iba a ver a la feria, me saludaba, pero de la noche a la mañana me dejó de ir a ver”, expresó.
Minutos después Mónica Ramos rompió en llanto al explicarle a su compañero que espera que sus hijos puedan reencontrarse una vez que ella abandone “Gran Hermano” Chile.
“Yo le pido a mi Jehová, Dios, que cuando llegue, ojalá, mis hijos estuvieran reunidos los tres en mi casa, que me esperen los tres ahí juntos, porque también no se llevan bien como hermanos”, dijo entre lágrimas.
“Usted dígale cuando llegue, dígale lo que siente, uno tiene que decir lo que siente, no importa lo que venga, pero uno tiene que decir lo que siente, cosa de que usted se libere y diga lo que tiene que decir. Cada uno sabe lo que toma y lo que deja“, le aconsejó Francisco Arenas.