Erick Pohlhammer, destacado poeta chileno, falleció este lunes 22 de mayo a los 68 años tras haber sido diagnosticado meses atrás de un cáncer cerebral que le obligó a ponerle pausa a sus actividades.
El artista fue aplaudido por sus obras, siendo una de las más famosas “Vírgenes de Chile” de 2007, con el que obtuvo el Premio Municipal de Literatura de Santiago un año después.
Eso sí, sus inicios no fueron los más calmos posibles, ya que ocurrieron durante el régimen de Augusto Pinochet, años en donde las libertades artísticas estaban restringidas.
La pluma de Erick Pohlhammer en, literalmente, tiempos difíciles
Tras egresar del colegio Grange en 1972, comenzó a estudiar en la Universidad Católica para convertirse en profesor de castellano para después continuar sus estudios en el extranjero, específicamente en la Universidad de Miami, Estados Unidos, para lograr un posgrado en educación.
Su debut en las letras llegó en 1979 cuando publicó “Epístolas iluminadas entre parejas disueltas”, para después lanzar “Tiempos difíciles” en ese mismo año. Aquello es más que llamativo puesto que, en esos años, Chile estaba en plena dictadura de Augusto Pinochet, época en donde las artes estaban bajo radar.
Pese a que sus primeros pasos los dio a finales de los setenta, recién obtuvo un reconocimiento en los noventas cuando fue galardonado con el Premio Pablo Neruda en 1993.
Erick Pohlhammer: Pasiones y lado televisivo
Además de las artes, Erick Pohlhammer era un fanático del fútbol, algo que compartió con su tío, el emblemático futbolista y presentador televisivo Sergio “Sapito” Livingstone.
De hecho, en su juventud jugó por la Universidad Católica llevando la gineta de capitán en las categorías sub 15, 16 y 17. También compitió en el boxeo amateur, rugby y natación.
Además de haber ejercido como docente de letras en las universidades y liderar diversos talleres, Erick Pohlhammer también tuvo una fuerte carrera televisiva destacando en programas como “¿Cuánto vale el show?”, “Lo mejor del mundial” y “Sin dios ni late”, en este último compartiendo con Julio César Rodríguez, un gran amigo suyo que lo recordó tras comunicarse su muerte.