Este jueves 18 de mayo, se emitió el segundo episodio de “Brava”, el documental que relata la lucha de Claudia Conserva contra el cáncer.
En esta ocasión, el registro emitido por TVN mostró varios momentos inéditos e íntimos de la vida de la animadora, tal como el día en que tuvo una operación a distancia con unos monjes brasileros.
Aquello consistió en una especie de ritual donde, según ella misma afirmó, no tenía nada que perder. Incluso lo hizo acompañada de su perrito Aslan.
Claudia Conserva y su operación a distancia
Durante la emisión del capítulo dos de “Brava”, lo primero que se mencionó fue esta operación a la distancia de Claudia Conserva con los monjes brasileros, la que consistía en una especie de rituales que duran entre 15 y 20 minutos.
Según la animadora, todo comenzó porque “un amigo que vive en Brasil me dijo ‘tengo una hora con los monjes brasileros, ¿quieres inscribirte?’”, a lo que ella dijo “ya estoy con la quimioterapia, tengo todos los medicamentos indicados, estoy haciendo ejercicio… pucha, si hago lo de los monjes brasileros lo peor que podría pasar es que no pase nada”.
“Me dijo que lo más importante era creer en ellos y tener fe, que es justamente lo que yo no tenía”, complementó la esposa de Juan Carlos Valdivia.
El proceso con sus protocolos: Su familia la acompañó
Tal como mostró Claudia Conserva, todo este proceso comenzó cuando armó una especie de altar dedicado a Seferino Falcao, un político y doctor portugués que murió en los años veinte. “Yo le pregunté a mi amigo ‘¿cómo me va a operar un señor que murió hace tanto tiempo’”, le consultó, teniendo como respuesta que todo era “un tema de fe”.
Respecto a la operación a distancia, la animadora expresó que desde Brasil “hicieron una serie de peticiones y protocolos que uno debe tener. Estoy juntando todas las cosas. Mi hijo fue a comprar flores blancas porque tengo que bañarme con pétalos blancos. Tengo que tener una vasija de vidrio de un litro que me va a acompañar por un tiempo. Un vaso de tequila que también me va a servir. Necesito una sábana blanca”.
“Lo vamos a hacer con todo el power”, comentó justo antes de comenzar el proceso en donde fue acompañada por su familia, incluyendo a su perro Aslan. “Estaba mi mamá leyendo oración, la Fran, mi hijo. Estábamos todos conectados, mi sobrino, mi hija. Entonces, sentí mucha energía y mucho silencio”.
Vestida toda de blanco, se bañó con los pétalos de flor para después acostarse y reposar. “Hace ya una hora atrás fue la operación de los monjes brasileros. Los primeros minutos fueron muchos pensamientos, uno tras otros. Además sentía el silencio del este lugar”, dijo.