En la última edición del programa “Buenas Noches a Todos”, Paulina Nin contó varios detalles poco conocidos de su vida, tales como una experiencia vía médium con su fallecida madre.
Además de revelar anécdotas incómodas durante su paso como animadora de Viña del Mar, la comunicadora también habló sobre algo que la dejó ampliamente emocionada, lo que demostró ante las pantallas de TVN.
Dicha historia comenzó cuando una persona le escribió por Facebook que había soñado con su mamá, la que falleció en 2005, y que quería contactarse con ella para servir de mediadora comunicacional.
Paulina Nin y su experiencia con una médium
Según dio a conocer, en ese entonces Paulina Nin no lo estaba pasando del todo bien por varios problemas que atravesó. Ahí, la médium le escribió por mensaje privado: “Señora Paulina, quizás usted no lo va a aceptar, lo dejo a conciencia suya, pero su mamá se ha comunicado conmigo. Cuando usted quiera yo la recibo en mi casa”.
Ella aceptó sin decir nada al respecto; no le entregó mayores detalles. Al ingresar a la casa de quien ahora es su amiga, estaba todo apagado y en soledad. Ahora, cuando la comunicadora comenzó a prender una vela para el ritual de contactar, la médium le dice que su madre ya estaba en el lugar.
Lo primero que la espiritista le dice es que “Ella (su madre) está contenta, está feliz y quiere que sepas que está feliz, con una sonrisa, con una guagua en brazo, con un perro a sus pies y a su lado un señor, muy compuesto, que debe ser su abuelo”.
La conexión con su madre y hermano
Según recordó en la conversación con Eduardo Fuentes, en ese momento ella ya comenzó a sentirse “turuleca”, dado que hay una foto de su abuelo que guardaba muchas similitudes a la descripción dada. “Y cuando me dice que tenía un niño en brazo, yo no me acordaba de mi hermano en ese minuto”, añadió respecto a su hermano que falleció a horas de nacer.
“‘Quiere que la recibas tan cerca de donde la despediste’, y estábamos a tres cuadras de la iglesia donde la velaron. La médium no tenía por qué saber eso”, añadió.
Paulina Nin, quien hasta ese entonces no había hablado mucho, le preguntó lo siguiente por medio de la espiritista: “Mamá, ¿quién es la guagua que tienes en brazo?”. Ella, siendo la voz de la madre, contesta “‘Es tu hermano, al fin lo puedo tener en brazos’. Y ahí yo me puse a llorar”, continuó.
“Lo que a mí me significo saber que te vas a encontrar con aquellos que partieron y que, imagínate, lo que significa para ella esa felicidad que no tuvo aquí en la Tierra la pudo tener después”, finalizó su recuerdo, dejándola con ojos llorosos de la emoción que le provocó su historia.
