Kathy Orellana sorprendió este jueves 30 de marzo al aparecer en la nueva emisión de “Sígueme y Te Sigo”, hablando del proceso de rehabilitación que está siguiendo hace cuatro meses.
“Ha sido un proceso muy lindo, donde me estoy reencontrando conmigo, conociéndome también. La decisión cuando la tomé nunca pensé que lo iba a hacer, porque la última vez no quería nada con nadie. Estaba enojada con la vida, enojada conmigo, con las circunstancias”, partió explicando la cantante.
La exparticipante de “Rojo Fama Contra Fama” explicó que un día recibió un llamado de la Fundación Crecer Chile, la cual le cambió la vida, pues luego de esto comenzó todo este proceso para controlar su adicción.
“Contesté y estaba ebria y les digo ‘estoy ebria’ y me dijeron: ‘No importa, te vamos a buscar’. Los últimos seis u ocho meses de entrar al tratamiento tomaba todos los días. Tomaba vino porque no me alcanzaba para más. Tomaba entre cuatro y seis litros de vino”, confesó la intérprete, quien en la actualidad se encuentra internada en el recinto de rehabilitación.
Kathy Orellana habla de su complejo proceso de rehabilitación
La cantante explicó que hubo un momento en que no sabía lo que estaba consumiendo. “Solo quería beber y dormir. Me estaba afectando económicamente, espiritualmente, como mamá”, dijo la artista, quien hace más de un año que no ve a su hijo.
“Yo vivía con mi pareja y cuando él se iba a trabajar, yo me volvía loca (tomando), pero siempre en soledad. No es que me iba a un bar... Siempre en soledad, con mucha pena, victimizándome mucho”, agregó.
Kathy Orellana explicó que su programa de rehabilitación es largo, ya que la primera etapa de éste finaliza un año después de ingresar al centro de rehabilitación.
“Voy a explicar esto como si fuera un edificio. Está el grupo cuatro, el tres, el dos y el uno. Está el edificio, que somos nosotros y lo derrumban. Después viene un nivelato y ahí empiezan a construir desde lo que derrumbaron y empiezas de cero. Son como seis o siete meses de tratamiento y viene la construcción de la persona, a nivelar la edad cronológica”, comentó la cantante, quien no ha podido ver a su hijo hace más de un año por su adicción y su posterior rehabilitación.
Finalmente, respecto al proceso de rehabilitación, la artista contó: “El día que llegué, lo hice ebria. Me contuvieron de inmediatamente y me dejaron descansar, comer, dormir, me apapacharon, me contuvieron, me hicieron papas fritas, me regalonearon”.
“Nadie me juzgó, nadie me criticó. Hubo una contención… El primer día me desmayé como dos veces, el segundo día no tanto, pero al tercero estaba tiritona, al cuarto me ayudaban a tomar té, porque me tiritaba todo. Ahí te empiezan a inculcar, a someter al conocimiento de tu enfermedad, que esto te va a pasar”, indicó.