Carmen Gloria Arroyo fue la invitada al nuevo episodio del programa “Buenas noches a todos”, donde se sinceró sobre diversos aspectos de su vida, entre ellos, la muerte de su madre, la cual aún la deja con esa sensación de vacío y la emociona hasta las lágrimas.
Todo se dio cuando Eduardo Fuentes le mostró una fotografía, la cual fue acompañada de una rosa. En ella se podía ver un retrato de su progenitora, lo cual emocionó rápidamente a “La Jueza”, quien comenzó a explicar el significado del regalo.
“Mi mama y sus rosas rosas. Mi casa huele a rosa, tengo cinco velitas con olor a diferentes rosas, porque era su olor y eran sus flores preferidas”, comenzó diciendo Carmen Gloria Arroyo, para luego hablar de la importancia de su madre en su vida.
“Sacó adelante a sus tres hijas sola y de sus debilidades nos enseñó a ser fuerte, nos enseñó a llorar un rato, pero luego a seguir”, se le escuchó decir a la jurista, para luego seguir hablando de la influencia de su madre en ella. “Una mujer poco afectuosa, a lo mejor de ella saqué este modo rudo que tengo, pero era de amores profundos e incondicional”.
La deuda pendiente de Carmen Gloria Arroyo respecto a su madre
“Todos los días trato de estar a la altura de lo que ella esperaría de mí. Y todos los días me duele que hayamos pasado tantas cosas malas juntas y me duele que ahora que me toco la parte buena de mi vida, no este”, explica Carmen Gloria Arroyo mientras se emociona hasta las lágrimas.
Y es que “La jueza”, segun lo que conto hace algunas semanas en “Socios a la parrilla”, fue criada desde sus 13 años solamente por su madre, debido a que su padre biológico las abandonó, lo cual creó un lazo grande entre ellas. Pero a pesar de la unión, su madre falleció antes de que ella se pudiera graduar de la universidad, dejando esa sensación que les faltó vivir los buenos momentos juntas.
“Yo con mi mamá pasé piojería. Hubo un minuto que no teníamos para comer, no había plata para el colegio, viendo como nos las arreglábamos para hacer un plato de comida. Como me hubiera gustado que ahora que me va bien, que tengo una casa preciosa viviera ahí, irnos de vacaciones…”, se le escuchaba decir en un leve tono de reclamo y resignación respecto a sus anhelos imposibles.
Al finalizar el programa dijo que “cuando iba a terreno y abrazaba a personas que tendría la edad similar a la de mi mamá, siento que la abrazó a ella. A veces me pasa que estoy en un caso y pienso que esa persona se parece mucho a mi mamá, probablemente solo soy yo queriendo verla a ella. Eso me va haciendo no perder el norte y tener los pies en la tierra. Me hace agradecer”,