Álvaro Rudolphy se sinceró sobre varias situaciones en el nuevo episodio de “De Tú a Tú”, donde habló con Martín Cárcamo acerca de su historia de amor con Catalina Comandari, de su retiro de las teleseries y, también, del accidente que le marcó la vida.
Cuando tenía 10 años, una micro lo atropelló en Viña del Mar, comuna donde vivía con su madre, mientras se trasladaba a la casa de un compañero para estudiar. Él quería alcanzar el metrotren y comenzó a correr, cuando en eso fue arrollado por el vehículo.
“Me agarró el expreso número 20, y me sacó la pierna, me quebró el fémur, me salió el hueso, esta parte se desencajó. La rueda me agarró la pata y me arrastró, entonces me sacó toda la piel y la carne. Quedé debajo de la micro, consciente”, relató el actor, confesando que con los años se enteró que le querían amputar la pierna en un inicio.
Los pasajeros se bajaron de la micro, tomaron sus pertenencias y lo subieron al transporte para llevarlo al Hospital Dr. Gustavo Fricke. En ese lapsus, Álvaro Rudolphy dio instrucciones sobre cómo llegar a su casa para dar aviso a su familia.
Álvaro Rudolphy recuerda el grave accidente donde casi perdió su pierna
Al llegar al hospital, unos alumnos en práctica comenzaron a brindarle los primeros auxilios: le hicieron un torniquete para detener la hemorragia y cortarle la pierna. “En eso llega un doctor que estaba de turno, el doctor Soto, y dice: ‘Momento, tratemos de salvarle la pierna’ y me la salvó”, contó el actor, quien se enteró con el tiempo de este radical tratamiento que le harían.
En esa línea, el artista aprovechó de expresarle su gratitud a su tío abuelo, médico, quien le reconstruyó la pierna y durante tres meses le hizo injertos.
Álvaro Rudolphy contó que hubo un momento en que ya no podían seguir dándole anestesia y las curaciones eran extremadamente dolorosas. “Estuve tres meses de espalda, tenía un fierro como una herradura en un encatrado… Recuerdo que llegaban y una enfermera me agarraba un brazo, la otra me agarraba el otro, me ponían un pañuelo en la boca y me empezaban a raspar la carne viva. Imagínate el dolor. Tres veces a la semana todo ese tiempo”, confesó.
El artista logró recuperarse y le quedó una gran cicatriz, por lo que comenzó a sentir inseguridad con su cuerpo. “Siempre fui tímido desde niño. No me atrevía a sacarme la ropa para las clases de gimnasia, me daban vergüenza mis brazos, después me dieron vergüenza mis piernas. A la playa en Viña yo siempre iba con mis amigos de pantalón, decía que se me quedaba el traje de baño. Después en la escuela de Teatro lo superé todo”, relató.
Finalmente, el actor contó el especial gesto que tuvo su padrastro, Manuel, quien fue su figura paterna casi toda su vida, ya que él le brindó ayuda para tratar el severo dolor que tenía.
“Fue muy cariñoso conmigo y me ayudó mucho. Él era psicólogo y hacía hipnosis, y en una de las operaciones más duras que tuve, cuando ya no aguantaba más el dolor, él me hipnotizó para que no sintiera dolor de la cintura para abajo. Y resultó”, cerró.