Durante la noche del lunes 6 de marzo, se emitió un nuevo capítulo de “Buenas Noches a Todos”, el programa de conversación conducido por Eduardo Fuentes. En esta oportunidad, el invitado fue Gino Costa, periodista y rostro de TVN, quien habló sobre sus inicios en la televisión, su familia y su romántica historia de amor con Miguel Ángel Campos.
Sobre este último tema, el comunicador se tomó su tiempo para contar todos los detalles de la relación con su pareja, quien trabaja en el Hospital Salvador como tecnólogo médico en oftalmología y también como académico en la Universidad de Chile.
Gino Costa aseguró que su primer encuentro con el “Pollo” fue muy casual y natural, pues se conocieron en uno de los eventos en los que participaba el periodista, pero en el que marcó presencia muy desanimado. Acto seguido su actual pareja llegó a la mesa y lo tildó de “fome”.
“Lo encontré un pelutudo, cómo me vino a tratar a mí de fome, me dio una rabia”, comentó a Eduardo Fuentes.
La noche pasó y más tarde junto a su grupo de amigos se fueron de fiesta a una discoteque donde ambos iniciaron una conversación que, según comentó Gino Costa, “no se terminó nunca más”.
Gino Costa habla de su relación con Miguel Angel Campos
Gino Costa afirmó que cuando conoció a Miguel Ángel Campos le costó comprender los sentimientos que comenzaron a invadirlo en la primera conversación que mantuvieron, pues nunca había vivido tales emociones en el pasado.
“No sabía qué cresta me estaba pasando, era primera vez que sentía algo así, estaba súper confundido, súper conflictuado, pero era rico. Entonces en mi cabeza y en mi corazón era como ¿por qué no quiero sentir algo que es tan placentero? A veces hay que ir soltando y con los minutos solté y yo no quería dejar de conversar con él, no quería dejar de verlo, no quería ir al baño, porque quería seguir hablando con él y eso hasta el día de hoy”, contó en el programa de TVN.
Parte de las emociones que sentía fueron provocadas por las etiquetas y prejuicios que mantenía, lo que lo hicieron pasar un mal rato cuando apenas estaba conociendo a Miguel Ángel Campos, hasta que las emociones empezaron a aflorar y le ayudaron a aclarar e panorama.
“El corazón me pegó un cachetazo: ‘Qué te importa, ¿Te vas a negar a pasarlo bien? Si no le estás dañando a nadie’. Me di cuenta que ser feliz estaba ni siquiera a la vuelta de la esquina, estaba al frente mío”, comentó Gino Costa.