El particular regalo que rememoró la alocada propuesta de matrimonio de Fernando Gómez-Rovira en Las Vegas

El actor recordó la historia en "La Divina Comida" donde hizo reír a sus compañeros.

Una particular propuesta de matrimonio hizo reír a los invitados de este sábado en "La Divina Comida". Fernando Gómez-Rovira cautivó a sus compañeros en el programa culinario recordando el momento que vivió junto a su enamorada en una anécdota tan alocada como romántica.

La historia se dio gracias al regalo del precandidato presidencial Sebastián Sichel, quien le entregó un particular presente que encendió la memoria del actor. "Por el peso ya sé lo que es. Son fichas de póker. Debe ser un gramaje de 11 gramos y debe haber exactamente 500", lanzó el actor sin dudarlo, sorprendiendo tanto al político como a las otras dos invitadas Magdalena MontesEmilia Noguera.

Gracias a las piezas fue que el intérprete contó a sus invitados sobre su pasión por el juego y la historia que lo une a su esposa. "Con mi primera esposa siempre hizo ruido el póker, pero cuando conocí a María José le dije 'hola, juego póker'. '¿Significa que te gastas la plata?' No, significa que una vez por semana tengo un grupo, mi 'Club de Toby', de vez en cuando viajo y juego. Dije 'vengo con este paquete y parece que quiero estar con esta niña hasta que la muerte nos separe. Le voy a pedir matrimonio'", rememoró.

"Le dije a mi polola 'te quiero invitar a celebrar tu cumpleaños a Las Vegas'. La llevé a un hotel paradisíaco, me gasté las lucas que tenía y las que no tenía. Había reservado el restaurant seis meses antes. Lleva el momento de la cena, el cumpleaños. Y el Bellagio tiene esa cosa que cada 30 minutos, mueve la fuente y cambia la música: es el show de la fuente del Bellagio", relató.

La particular propuesta de matrimonio de Fernando Gómez-Rovira

Así, dio paso al esperado momento de la velada. "Le digo a María José 'vamos al Titanic'. Estamos sentados y pensé 'esto no está previsto pero está increíble'. Ella se asoma a ver la fuente y yo me agacho, agarro esto y ¡pum!. Le digo 'María José ¿te quieres casar conmigo?'".

Todos los otros gringos '¡Oh my God! ¡Oh my God! Say yes, say yes'. Y María José dice 'yes' y yo le digo '¿por qué me estás hablando en inglés?', contó entre risas generando carcajadas en sus compañeros. "Fue un momento mágico. Y con eso me gané el derecho a volver a Las Vegas", cerró.

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