Karen Doggenweiler se emocionó hasta las lágrimas al recordar a su padre fallecido: "Me hace falta todos los días"

La comunicadora, en conversación con Martín Cárcamo, confesó que aún no supera la partida de su progenitor.

Martín Cárcamo se dirigió hasta la casa de Karen Doggenweiler en un nuevo episodio de su programa de conversación "De tú a tú". En la instancia, la animadora se emocionó hasta las lágrimas al hablar de sus padres.

La comunicadora, cuando ambos se instalaron en el living de su hogar, comenzó a recordar la difícil situación que vivió, luego de que su mamá se contagiara de Covid-19 y estuvo hospitalizada durante dos semanas.

"Es súper duro, porque no puedes acompañarla. Afortunadamente salió adelante. Quedó secuelada y hasta el día de hoy le cuesta respirar, se cansa. Quedó con una tos", partió contando.

Su madre debía someterse a su tercera operación de caderas y, producto de la pandemia, tuvo que ser postergada su cirugía. El haber retrasado esta cirugía perjudicó bastante a la mujer, quien pudo operarse a fines del año pasado. "Ahora no puede caminar, no se puede ni siquiera mantener en pie sola. Ha sido un proceso con harto kinesiólogo, de rehabilitación. Pero ella está convencida de que va a caminar", reveló, agregando que ha sido "devastador" verla de esa forma.

Karen Doggenweiler se emocionó al recordar a su padre

La periodista, en la entrevista, recordó su infancia, que vivió en el sector de El Arrayán en Lo Barnechea. Martín Cárcamo quiso conversar sobre su padre, y le preguntó a qué se dedicaba.

"Es ingeniero comercial, como tú, de la Universidad Católica y bien sureño, nació en el sur, bien alemanote, simpático, pero muy opuesto a mi mamá", dijo, revelando que era más riguroso y más "fome".

Karen Doggenweiler contó que su papá era bien feminista. "Nos apoyaba, nos hacía viajar... le importaba mucho que tuviéramos una mente amplia. Una educación rica, que supiéramos nadar, bailar, hacer patinaje, tocar guitarra. Un papá muy generoso y cariñoso", dijo.

Para el Año nuevo del año 2008, a raíz de un cáncer, su padre falleció. "Fue atroz. Cada vez que veo su foto, no lo tengo nada superado. Y eso que le di todos los besos que quise, le di todos los abrazos, hablamos todo. No hay nada pendiente. Hice el rito de despedirme, de decirle 'ándate tranquilo, papá' y así y todo, me cuesta mucho. Cuando murió le metí papelitos en sus bolsillos. Era genial", recordó, al borde de las lágrimas, asegurando que "me hace falta todos los días".