Iván Cabrera no la pasó bien con las crisis que han afectado al país. Tal como se volvió una situación generalizada, el bailarín fue uno de muchos afectados laboralmente por el estallido social y posterior pandemia, donde vio mermados sus ingresos y debió reinventarse para salir adelante por sus hijos.
Así lo narró el ex "Rojo" en "La Divina Comida", donde compartió mesa con un especial junto de exconcursantes de "El Discípulo del Chef" compuesto por Kenita Larraín, Jacqueline Pardo y Felipe Izquierdo.
"No había pega, los ahorros se empiezan a ir. Me había separado, también, por ende tenía que cumplir con una pensión mensual y, no trabajando en lo que siempre hago, se hacía muy difícil. Eran muchas responsabilidades que tenía y muchas platas que pagar", partió contando.
Luego de eso, decidió dejar el lugar donde vivía en Santiago para acudir a su departamento en Viña del Mar y en sus palabras, aunque se alejó de ellos con "el dolor de mi corazón", los llevaba en períodos de dos semanas para estar juntos.
Después, Iván Cabrera comenzó a hacer clases de zumba, sin embargo, "ya no eran los mismos valores, eran muchos horarios, entonces estaba todo el día a full".
"La pasé bastante mal porque había momentos en los cuales no había plata. Muchas veces tenía que hacerme arroz con huevo no más, pero mis hijos estaban bien, no necesitaban nada", destacó.
Para el bailarín, este complejo período deja una enseñanza: "Ponerse más precavido, tener un colchoncito mucho más grande, saber invertir mejor, tener selección respecto la gente que te rodea. Un tremendo proceso, que de alguna u otra forma si lo agradezco que haya pasado. El día de hoy me siento una persona totalmente distinta".