El Juzgado de Garantía de Colina decretó prisión preventiva en contra de David Vega Sánchez, acusado de amenazar y suplantar la identidad de varios rostros televisivos y políticos. Dentro de las víctimas están Carmen Gloria Arroyo, Marco Enríquez-Ominami, Karen Doggenweiler, Ignacio Franzani, Andrés Chadwick y Marcelo Díaz.
Mensajes como "empieza a preocuparte, tengo todos tus datos personales" o "te mataremos y te juro que lo haré", fueron pruebas suficientes para esta medida, según informó La Cuarta.
Tras el relato de Fiscalía Centro-Norte, el imputado habría comenzado a ejecutar los delitos a mediados de 2020, amenazando de muerte a personas vinculadas a los medios de comunicación, política y también a sus familiares.
El alivio de Carmen Gloria Arroyo e Ignacio Franzani
La primera en reaccionar a la detención de este peligroso acosador fue Carmen Gloria Arroyo. La "Jueza" decidió hacer la denuncia en julio de 2020, después de que David Vega se comunicara con la compañía telefónica Movistar para bloquear el servicio, asegurando que había sido un robo. Después de que el servicio se repuso, días después, el imputado volvió a bloquearlo, acompañando este hecho con amenazas de muerte en contra de la animadora.
"Ha sido un proceso bastante largo, las primeras llamadas fueron en junio del año 2019, llevo más de un año recibiendo llamadas y mensajes de forma diaria, en todos los horarios y desde distintos teléfonos, lo que hacía imposible bloquearlo. Una vez me llamó entre las 23:00 y 07:00 am de más de 32 números distintos. También llegó al extremo de bloquear hasta mi cédula de identidad", contó Carmen Gloria Arroyo.
Por otro lado, Ignacio Franzani, recibió el 26 de octubre de 2020 una serie de mensajes vía WhatsApp con amenazas, por lo que mostró satisfacción saber que Vega Sánchez estaba formalizado. “Es un alivio que el caso tenga un formalizado. Honestamente pensé que operaba con toda impunidad y que no pasaría esto. A pesar de que el proceso fue lento, finalmente dieron con él”, comentó el conductor.
David Vega Sánchez alegó inocencia en la audiencia de formalización, pero las pruebas fueron suficientes para considerarlo peligroso para la sociedad y mandarlo directamente a prisión por lo que dure la investigación del caso.