Han pasado 5 años desde la muerte de Javiera Suárez, y Cristián Arriagada sigue lidiando con el dolor de haber perdido a su esposa. El destacado cirujano ha compartido con LUN su proceso de duelo, dejando claro que, aunque la vida continúa, las heridas que deja la pérdida de un ser querido no se cierran tan fácilmente.
“La cicatriz que deja una pérdida es tan grande como el amor que había”, expresa al hablar sobre su experiencia personal con la viudez.
En una sociedad que insiste en que debemos estar felices y agradecidos, él destaca lo necesario que es permitirnos sentir el dolor y vivir el duelo sin prisa.
Cristián Arriagada reflexiona sobre la viudez a 5 años de la muerte de Javiera Suárez
Cristián Arriagada recuerda que, aunque todos enfrentaremos pérdidas en algún momento, la sociedad moderna tiende a negar el dolor en su búsqueda obsesiva por la felicidad.
“Duele porque duele”, dice, enfatizando que no hay manera de evitar el sufrimiento que acompaña a la muerte de un ser querido.
“El duelo no está diseñado para que se pase. Son experiencias que te curten, que te forman, y es bueno experimentarlas como tal”, añade.
Cristián Arriagada también critica la presión social por “superar” el duelo rápidamente. “Esperar que la gente sane, mejore o supere el duelo de manera eficiente porque la sociedad necesita que esté funcionando rápido, es no entender el sentido de la vida”, reflexiona.
Cristián Arriagada habla de la posibilidad de tener una nueva relación
A pesar del tiempo transcurrido, Cristián Arriagada aún honra la memoria de Javiera Suárez, compartiendo fotos y recuerdos de ella junto a su hijo, Pedro Milagros.
Sobre la posibilidad de comenzar una nueva relación, el médico es claro: “Es un error salir a buscar una relación muy rápido para tapar un vacío. Porque te haces daño y a la otra persona también”. Para él, el proceso de duelo no tiene plazos ni tiempos específicos, y cada persona debe vivirlo a su ritmo.
Además, señala que no se debe juzgar a quienes inician nuevas relaciones tras una pérdida. “Uno no debe juzgar procesos ajenos. En mi caso y en el caso de gente cercana, uno trata de estar entero. Dedicar un tiempo a reflexionar sobre el proceso que se está viviendo, para que después, al entregarse a una nueva relación, hacerlo de manera completa”.