El pasado 9 de mayo, el juez Paul A. Engelmayer rechazó la petición de Mane Swett de recuperar a su hijo, quien se encuentra en Estados Unidos junto a su padre, John Bowe.
LUN recopiló los 4 puntos importantes que impidieron que la reconocida actriz chilena pudiera regresar a Chile junto a su hijo.
Los 4 puntos que definieron el rechazo de la corte a Mane Swett
El deseo del hijo
El artículo 13 del Convenio de La Haya permite a un tribunal ordenar la restitución del niño si determina que el niño se opone a la restitución y ha alcanzado una edad y un grado de madurez en los que es apropiado tener en cuenta sus puntos de vista.
Según el medio anteriormente mencionado, el menor se opuso rotundamente a ser devuelto a Chile, argumentando que en su país de origen se sentía “deprimido, triste y frustrado”, mientras que en Estados Unidos se siente “feliz, apoyado, comprendido y seguro”.
La madurez del niño
El Tribunal consideró que tiene la edad y madurez suficiente para que se le dé peso a sus opiniones sobre el retorno. De esta forma, se argumentó que la jurisprudencia no ha desarrollado ningún criterio o prueba objetiva establecida que evalúe la madurez de un niño a los efectos de la Convención de La Haya.
El tribunal tuvo una entrevista de tres horas y media con el niño y prestó especial atención a las respuestas y a su comportamiento, concluyendo que el niño es “inusualmente brillante, considerado, decidido, maduro, reflexivo, inteligente, sereno y directo”.
El tiempo de demora
El artículo 12 del Convenio de La Haya establece que un tribunal puede negarse a ordenar la restitución del niño si el procedimiento que lo busca se inició más de un año después de la fecha de traslado o retención ilícita.
El Tribunal consideró que la retención ilícita del niño fue el 8 de enero de 2023, mientras que Mane Swett presentó el recurso el 23 de febrero de 2024, unos 411 días después.
El arraigo del niño
Según la resolución, la evidencia muestra abrumadoramente que hoy vive una vida predecible, cómoda y satisfactoria en Nueva York. Además, ha forjado conexiones significativas con familiares, amigos y una comunidad.
Además, está floreciendo social, académica y emocionalmente; está motivado y se desafía activamente a sí mismo. Ha mejorado significativamente en el ámbito escolar, ha perfeccionado su inglés y ha descubierto intereses en el arte, el dibujo y los deportes.