En el podcast “Café con la Chevez”, Shirley Arica se fue con todo contra sus excompañeros en “Tierra Brava”.
En ese sentido, la modelo peruana también relató lo mal que lo pasó dentro del reality de Canal 13.
Shirley Arica y el infierno que sufrió en “Tierra Brava”
En primer lugar, la modelo peruana mencionó que jamás se sintió cómoda con sus excompañeros del reality, debido a la excesiva competitividad que existía en la casona.
“En este reality debo decirte que me sentía fuera de, no me sentí tan cómoda que digamos porque veía a mucha gente actuando un papel, mucha gente que no le importaba pisar a alguien con tal de continuar en competencia y yo particularmente no soy así, entonces sí habían cosas como que me fastidiaban mi día. Mi día a día era un poco complicado, como que ‘ya, qué día es hoy’. Parecía un poco como la cárcel, poniendo las rayas en la pared. O sea, literal, era como una locura”, partió diciendo.
Frente a eso, Shirley Arica mencionó que realmente lo pasó muy mal debido a las extremas condiciones en que se grababa “Tierra Brava”.
“Aparte también nos someten a cosas súper difíciles como el calor, el frío extremo, la comida, a veces no teníamos qué comer. Nos alimentábamos de agua que había que hervir, había que hacer todos un fogón, una leña para prender la candela y poder hervir el agua, y comer papas sancochadas que daba el huerto de la hacienda y arroz. Eso era lo único que comíamos. Y literal ya no parecía Tierra Brava, ya no sé qué era. Era como que todo el mundo iba cayendo porque algunos tienen defensas más altas y otros no. Entonces ya comenzó todo el mundo a morir en pleno reality, como que ya la temática fue cambiando un poco porque ya era demasiado”, mencionó.
A pesar de ello, Shirley Arica señaló que “pagaron bien” por ende, valía la pena quedarse unos días encerrada.
“Y las camas, si ustedes ven las imágenes, porque en la tele es la mitad realidad y la otra mitad no. Entonces como que no, el equipo perdedor de verdad dormía en cama de paja la semana completa hasta que volvieras a competir. Eran camas de alambre con paja, olía no sabes a qué, entonces era súper complicado. No era tan fácil. Pero sí pagan bien, entonces vale la pena aguantar un poquito”, finalizó.