Luis Slimming y Ana Pulgar llevan más de once años compartiendo una historia de amor que comenzó cuando él tenía 24 años y ella 23.
La pareja se conoció por medio de la hermana del comediante, quien era compañera de trabajo de la enfermera, ya que, trabajaron juntas en la Clínica Alemana y le presentó a “Don Comedia” quien comenzó a realizarle clases de matemática.
“Ella era secretaria en la Clínica Alemana, mi hermana también trabajaba ahí, y se hicieron amigas. Y Ana le contaba que siempre quiso ser enfermera, pero salió de un colegio técnico, y mi hermana le decía que diera la PSU. Y empezó a ir a mi casa y yo le hacía clases de matemática una vez a la semana para preparar la prueba”, explicó a La Cuarta.
Fue entonces cuando comenzaron a tener mayor cercanía y con el tiempo, ambos desarrollaron sentimientos lo que los llevó a tener una primera cita y comenzar con su relación.
“En ese rato nos empezamos a gustar y cuando dio la prueba la invité a salir. Después la acompañé a hacer ese trámite donde vas a la cúpula del Parque O’Higgins a buscar la universidad en que quedaste. Esa fue nuestra primera cita. Y de ahí hasta el día de hoy. Ella era mi jefa y se metió con su empleado”, bromeó.
Después de formalizar su relación, Luis Slimming y Ana Pulgar se convirtieron en inseparables, demostrando ser de suma importancia el uno para el otro. En un hito significativo en su historia en 2019, el humorista anunció su compromiso tras haberle pedido la mano a su amada, culminando en una íntima ceremonia de matrimonio en 2021.
La enfermera ocupa un lugar vital en la vida del humorista; no solo es su pilar fundamental, sino que también le brinda apoyo para mantenerse conectado con la realidad y lo impulsa a perseguir sus ambiciones y a mejorar constantemente.
“Mi esposa es el motor de mi carrera. Si no hubiese sido por ella yo seguiría haciendo clases de matemáticas. Me decía que tenía talento, que yo podía hacer esto y aspirar a más. Cuando era guionista me decía: ‘Cobra más’. De hecho ella es mi mayor crítica; le pregunto: ‘¿Estuvo bueno el show?’, y ella me dice: ‘Sí, pero ese chiste lo vienes contando hace rato ya’. A veces discutimos y le digo: ‘Qué sabes tú si tú pones inyecciones’. Pero al final es mi público: si hago reír a Ana ese chiste es infalible. La Ana no se ríe nada, pero le encanta el humor. Tenemos un humor muy nerd, las cosas que más disfrutamos las vemos juntos. Pero es muy crítica de mi trabajo en el escenario. Cuando no me sabía mucho los chistes me llevaba un cuadernito y ella lo encontraba súper poco profesional, como un torpedo. Es la que me mantiene los pies en la tierra, la que me empuja a ser mejor y la que me alegra ver feliz. Todos los logros son para ella”, explicó Luis Slimming.
Los hijos de Luis Slimming y Ana Pulgar
Luis Slimming y Ana Pulgar son padres de Matilda, una joven de 14 años que nació producto de una relación anterior de la enfermera. A pesar de ello, la menor ha cultivado una estrecha relación con el comediante desde una edad temprana, llegando a considerarlo como su padre debido al vínculo especial que comparten.
“El rol de padrastro empezó cuando empecé a vivir con la Matilda, a sus siete años. Al principio es raro porque uno no es papá; uno trata de mantener cierta lejanía, porque no sabes si te corresponde. También tiene que ver con la confianza; la “Mati” me empezó a decir “papá” a temprana edad, pero eso no me convertía en su papá inmediatamente. Fue lento. Parte de un cambio que hice en la pandemia, en que empecé a ir al psicólogo, me ayudó mucho a empoderarme de mi paternidad. Antes me sentía papá prestado; no me empodera tanto con la “Mati” como siento que es ahora. Somos partners y me llama para cualquier cuestión. Siento que soy su figura más cercana. Quizás no estuve muy ahí en su niñez, pero ahora en su adolescencia, ya con catorce años, soy más presente. Ha sido bonito emocionarme con logros de ella. Tenerle un cariño genuino se va formando de a poquitito, hasta que después ya es inevitable”, expresó sobre su relación.
En más de una ocasión, Matilda ha sido nombrada por Luis Slimming en sus rutinas, lo cual no incomoda a la joven en lo más mínimo. De hecho, ella ha expresado que no le molesta en absoluto y que incluso disfruta viendo las rutinas de su padre. Además, no se siente ofendida por los chistes de su papá y también disfruta del humor de otros comediantes.