Ignacio Kliché viene de una gran linea de artistas, pues su padre, Fernando Kliche, e incluso su abuelo, Walter, son figuras muy destacadas en el campo de la actuación y son íconos de la vida de artista, una alternativa que el cantante desechó para establecerse de forma modesta en el campo de Uruguay, sobre su decisión y su vida habló con el LUN.
“Decidí quedarme en mi país y vivir solo en el campo, en un lugar apartado, entre la naturaleza. Yo había estado mucho tiempo expuesto, rodeado de mucha gente, y ahora preferí pasar una etapa ermitaña, para profundizar mi relación conmigo mismo y con el maestro”, mencionó el artista, refiriéndose así a dios.
Todo este cambio se generó en pleno campo de su país, en un lugar que ni él ha querido estipular para no interrumpir así su estilo de vida. Su hogar fue construido por él mismo, y confesó su preferencia por vivir con lo básico.
“Era parte de un proceso, vivir con lo mínimo. Nunca estuve interesado en acumular cosas porque creo que todo es transitorio y he valorado mi libertad. Ahora he decidido tener una vida muy austera, en paz”, aclaró el entrevistado.
“Puedo sentarme a sentir el viento y el sol. La sociedad te impone que debes hacer algo para ser, y así tener cosas. Yo solamente quiero ser feliz”, agregó.
Esas enseñanzas y más son las que quiere compartir en su movimiento llamado “Amarás”, el cual se basa en sus experiencias y sus ganas de educar sobe “las enseñanzas del amor”.
“Se trata de mi proposito de vida, un camino para ejercitar nuestra capacidad de amar”, aclaró el entrevistado al diario, mientras que publicitó su intento de afianzar su nuevo proyecto en Santiago, avisando que: “comenzamos hace poco y por ello planificamos un encuentro con personas en el Parque de las Esculturas en Providencia, y el domingo un seminario de transformación”.
Hay que aclarar que el artista no vive en una soledad absoluta, pues comparte con sus vecinos que presentan su mismo estilo de vida, e incluso dentro de la casa siempre está acompañado por sus animales, los cuales constan de tres perros y un ternero de 400 kilos llamado “Manchita”.
Ignacio Kliché habló con el LUN sobre su cambio al campo y su vida cotidiana, además de confesar que tiene un peculiar animal de considerable tamaño cuya historia de origen es digna de mencionar.
Ignacio Kliché tiene un ternero de 400 kilos como mascota
La retirada a la naturaleza de Ignacio Kliché lo ha llevado a compartir su nueva vida junto a sus animales, uno de ellos es un gran ternero de 400 kilos llamado “Manchita”, el cual conquistó al intérprete con su cariño.
“Un día me senté fuera de mi casa en silencio. El vecino abrió la puerta a sus animales y un ternero vino directo hacia mí, se echó al lado mío y me olfateó. Lo vinieron a buscar, pero al día siguiente pasó lo mismo”, contó el entrevistado.
Estos animales -lamentablente- son criados para ser faenados para el consumo humano. El artista, sabiendo esto, se ofreció a comprarlo, lo que llevó a la negativa de su dueño, pero para suerte de ambos su vecino cedió y se lo pudo quedar como mascota.
“A veces posa su enorme cabeza sobre mi hombro y se queda dormido”
“Es increíble como un animal de 400 kilos puede ser tan delicado como una persona”, opinó Ignacio Kliché tras hablar de los animales que le acompañan en su nueva vida en el campo de Uruguay.