El pasado lunes 6 de enero, el medio oriente fue sacudido por un impactante terremoto, en esa línea, fue que Amaro Gómez-Pablos se trasladó hasta los países afectados y en ese lugar vivió un momento que jamás olvidará.
Los habitantes del sudeste de Turquía y del noroeste de Siria vivieron momentos de terror hace tan solo 5 días. Un sismo de 7.4 sacudió a varios sectores, los cuales se vieron tremendamente afectados, tras los incontables derrumbes de edificios.

Al día de hoy, las autoridades de ambas naciones ya contabilizan a más de 24 mil personas fallecidas y a poco más de 80 mil heridos. Debido a lo anterior, este movimiento telúrico es catalogado como uno de los más mortíferos del último siglo, puesto que ha cobrado la vida de muchísimas vidas y se espera que la cifra de muertos ascienda hasta los 50 mil.
En esa línea, es que el periodista de origen español se trasladó hasta el lugar de los hechos para poder dar a conocer la realidad actual de las zonas afectadas. Cuando estaba reporteando, fue testigo de una situación que lo marcará de por vida.
“Al quinto día del terremoto en Turquía un hombre se me acercó con una bandeja en las manos. Llevaba té y galletas en medio de esa devastación. Al verlo, lo reconocí y lloré. Había perdido a tres de sus cuatro hijos y a su esposa”, comenzaba el escrito del comunicador.
Finalmente, Amaro Gómez-Pablos logró descifrar la actitud de la persona. “Su gesto fue mudo. Solo extendió la bandeja ante mí. Entendí lo que me decía. ‘Yo sé que esto es horrible, pero por favor quédense porque esa antena parabólica para sus despachos es nuestro SOS ante el mundo. Y ojalá a alguien le importe nuestra suerte. Nunca lo olvidaré”, expresó.
El entristecedor relato de Amaro Gómez-Pablos desde Turquía
