El príncipe Harry cuenta en su autobiografía "Spare", o "Repuesto" en español, que se sinceró con su padre, el Rey Carlos III por lo mal que lo estaba pasando, debido a sus crisis de ansiedad, ataques de pánico y estrés postraumático debido a todos los hechos que pasaron en su vida.
"Hablé con mi padre, me sinceré con él. 'Papá, lo estoy pasando muy mal, con ataques de pánico y ansiedad', le dije. Él me mandó a un médico, lo cual fue un gesto amable por su parte, pero era un doctor de medicina general sin conocimientos ni ideas nuevas. Quería recetarme pastillas. Yo no quería tomar pastillas", parte diciendo Harry, según pudo constatar TiempoX
El príncipe Harry y su conversación con el Rey Carlos III
En el libro, el príncipe Harry aclara los motivos por los que no quería tomar pastillas y es que primero prefería haber "agotado otros remedios, incluidos los homeopáticos. En mis indagaciones había encontrado a muchas personas que recomendaban el magnesio, al que atribuían propiedades calmantes. Cenando una noche en Highgrove, mi padre y yo hablamos largo y tendido sobre lo que estaba sufriendo", agrega.
"Le di los detalles y le conté una anécdota tras otra. Hacia el final de la comida, bajó la vista a su plato y dijo con voz queda: 'Supongo que es culpa mía. Tendría que haberte procurado la ayuda que necesitabas hace años'. Le aseguré que no era culpa suya, pero que agradecía la disculpa", añade
Luego, el duque de Sussex revela que mientras se acercaba el otoño, su ansiedad solo aumentaba porque se acercaba la fecha de su cumpleaños. "Me asaltaban todas las dudas y temores tradicionales, y me hacía las mismas preguntas básicas que se planteaba la gente al hacerse mayor", dice.
"¿Quién soy?, ¿adónde voy?, normal, me dije, la única diferencia era que la prensa se hacía un muy anormal eco de esos interrogantes internos", finaliza.