La serie de Netflix, The Crown, muestra la vida de la familia real del Reino Unido, donde la Reina Isabel II y Felipe de Edimburgo son protagonistas, mostrando los detalles y excentricidades de sus vidas. Es ahí donde queda plasmado el peor enemigo del monarca, y que resultó ser su propia lengua, la que no se detenía para hacer comentarios en cada evento, los que muchas veces fueron catalogados de fuera de lugar u homofóbicos, y donde hasta el músico Elton John no se salvó.
- En 1986 durante un viaje a China, se entrevistó con una estudiante británico que estaba de intercambio. Frente a toda la prensa y sin medir sus consecuencias, le dijo: "Si te quedas aquí mucho más tiempo te volverás a casa con los ojos rajados", siendo catalogado de xenófobo.
- En 1967 durante un entrevista Felipe señaló que le gustaría mucho visitar Rusia, sin embargo no podría ya que "esos bastardos han asesinado a la mitad de mi familia", lo que fue bien recibido solo por la prensa amarillista, pero mal en el país de los zares.
- Durante un viaje a Papúa Nueva Guinea en 1998, Felipe se reunió con el embajador británico en la isla polinésica, a quien le preguntó: si aún "no se lo devoraran" los lugareños, aludiendo a prácticas de canibalismo. Agregando que si "todavía se seguían lanzando jabalinas unos a otros".
- En otra oportunidad, el monarca estaba en una actividad con jóvenes con movilidad reducida, y frente a un joven que se movía en una moto adaptada le preguntó: "a cuánta gente había atropellado esta mañana con esa cosa?".
- Otras de sus frases "para el bronce", la dijo durante una ceremonia en el Instituto de la Mujer de Escocia, donde dijo "las mujeres británicas no saben cocinar", lo que causó risas incómodas entre los presentes.
- Durante una presentación del músico inglés Eltón John, el Rey señaló sin tapujos que "ojalá le hubieran apagado el micrófono".
- Durante una visita a Francia, un periodista de la BBC preguntó si la Reina Isabel había disfrutado su estadía en el país, a lo que Felipe respondió "pregunta idiota".