La ex primera dama Michelle Obama se sentó con Jenna Bush Hager de "Today", para conversar sobre su nueva serie infantil en Netflix, su vida en pandemia y los disturbios raciales del año pasado, pero lo que realmente se robó todas miradas fueron sus cometarios referentes a las declaraciones sobre racismo de Meghan Markle.
Obama no ha estado ajena a la crisis más grande de las últimas decadas dentro de la Familia Real señaló en dos intervenciones diferentes de la entrevista comentar lo complejo que es tratar con el racismo en familias tan poderosas.
La ex primera dama, quien conoce personalmente a los duques de Sussex y a toda la Familia Real se refirió directamente a las acusaciones sobre el racismo existentes en la familia británica, donde afirmó que "no me ha sorprendido del todo".
Unos segundos previos, la esposa del ex mandatario reconoció que tras varios viajes de estado, logró establecer una buena relación con Meghan Markle y el príncipe Harry , refiriéndose a ella como "amiga", lo que la llevó a reconocer su gran "servicio público".
En medio de la conversación, la entrevistadora del show le preguntó a Michelle Obama qué sintió al ver la entrevista de Oprah, a lo que ella respondió que el vivir para el "servicio público" te expone a "un foco de atención caliente, brillante, difícil, uno que la mayor parte de la gente no comprende, ni tienen por qué entenderlo".
No obstante, al referirse a las acusaciones de racismo de Meghan y Harry a la realeza, Obama se tomó un momento para reflexionar: "Como ya he dicho en alguna ocasión, el tema de la raza no es ninguna novedad para la gente de color, así que no me sorprendió del todo oír lo que sentía, y cómo articulaba esos sentimientos".
Sin embargo, Michelle acudió rápidamente a la empatía y reconciliación familiar: "Lo que de verdad espero y en lo que más he pensado es que son, en primer lugar y por encima de todo, una familia. Rezo para que puedan perdonar y cerrar heridas y que de todo esto salga algo de lo que todos podamos aprender".
