En un hito histórico para la ciencia y la salud, la inteligencia artificial ha logrado un éxito del 78% al prever la muerte de una persona en un futuro inmediato. Una situación que ha desatado todo tipo de debates en países de Europa, y que prontamente, se tomará la discusión en el resto del mundo.
Fueron investigadores de la Universidad Técnica de Dinamarca quienes lograron este tremendo adelanto que marca un nuevo paradigma en la capacidad de la tecnología para anticipar eventos críticos en la vida de los individuos, generando un debate sobre sus implicaciones éticas y su potencial impacto en la medicina preventiva.
La información fue divulgada por la revista Natural Computacional Service, que informa que un equipo que ha sido dirigido por el científico Sune Lehmann fue capaz de desarrollar el modelo, al que han nombrado como ‘life2vec’.
¿Cómo funciona la IA que puede predecir la muerte en los próximos cuatro años?
La herramienta ha sido destacada por su capacidad para identificar problemas de salud críticos y proporcionar un marco temporal aproximado para la muerte de los individuos.
Este logro ha generado entusiasmo en la comunidad científica y médica, ya que podría abrir la puerta a intervenciones más tempranas y personalizadas para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida.
Respecto de su funcionamiento, se ha informado que ocupa una base de datos de más de 6 millones de personas a las que se les analizan diferentes componentes de vida como educación, salud, ingresos, ocupación, a partir de los cuales es capaz de acertar en un 78% de los casos si es que una persona va a morir, lo que significa un avance de 11% en relación a los avances actuales.
Los autores del estudio anunciaron que su IA se basa en un sistema de aprendizaje profundo, el que funciona adaptando datos a las circunstancias vitales de las personas
¿De dónde se obtuvieron los datos?
Un dato importante es que lo datos de las seis millones de personas fueron otorgados por el Gobierno de Dinamarca a través de una empresa llamada Statistic Denmark.
Además, se informó que los científicios se basaron en parejas y que el rango etáreo es la población de entre 35 y 65 años, ya que es la que estadísticamente es mucho más difícil de predecir sus muertes.
Pese al boom que ha causado esta información, ya existen críticas que apuntan a que la capacidad de prever la muerte plantea interrogantes sobre la privacidad y la autonomía individual, así como el impacto psicológico en aquellos que reciben esta información.
