Si estuviste merodeando por Twitter durante la noche del sábado, probablemente viste algunos trending topics tales como Jeffrey, Benito u #OPQ. Estos términos y muchos otros hacían referencia a Ordem Paranormal: Quarentena, RPG que superó las 215 mil visualizaciones simultáneas en Twitch ayer.
De hecho, tuvo una media de espectadores de aproximadamente 140 mil personas durante las más de 6 horas que duró la transmisión.
Ordem Paranormal: Quarentena corresponde a un episodio especial que nace como un spin-off en inglés de Ordem Paranormal, saga de juegos de rol al estilo Calabozos y Dragones creada por el streamer brasileño Cellbit a comienzos de 2020, la que además también cuenta con una novela gráfica en portugués, inglés y español.
A diferencia de sus antecesores, este capítulo único cuenta con la aparición de reconocidas personalidades de varias partes del mundo: Roier, Quackity, Baghera, Foolish y Pac (TazerCraft), quienes representan durante el juego a personajes con habilidades y estadísticas diferentes.
Lo que más emocionó a los fanáticos, sin embargo, fue el anuncio que se entregó al finalizar la transmisión, ya que todos esperábamos que este fuese el único stream del spin-off: la segunda parte del especial se realizará el próximo sábado, y todos los creadores de contenido estarán de forma presencial el Brasil.
Un resumen de Ordem Paranormal: Quarentena para que no llegues perdido al segundo capítulo
Dada la longitud de la primera parte de este episodio especial de Ordem Paranormal, es probable que incluso los fanáticos no hayan podido verlo completo, por lo que si quieres ver el segundo stream de Quarentena el próximo sábado 30 sin estar tan perdido o perdida, te traemos un resumen de lo que sucedió ayer.
Comienza la aventura
Por un lado, vemos primero a Benito Tocamelo (sí, el nombre es a propósito). Este hombre con pintas de doctor se encuentra en México, específicamente en una farmacéutica, donde llega también Jeffrey Bacon, un repartidor de pizza que viene a hacer una entrega al guardia de seguridad del lugar.
Pronto hace su aparición Luis M. Kennedy, un joven dueño de una taquería y necesita dinero. Los tres son convencidos para participar en una especie de encuesta por la que les pagarán una vez finalizada.
Entonces viajamos a Brasil, donde Lucie Pocharde y Diego Thalles, dos mochileros que están recorriendo el país, se encuentran en una situación parecida a la del otro grupo. Debido a que Lucie tenía sed, se acercaron a un bidón que había en el lugar, donde fueron interrumpidos por una niña y su papá, lo que generó una pequeña discusión. Luego de esto, los cuatro son dirigidos hacia una habitación con el entrevistador.
A su vez, lo mismo sucede en México, donde comienza la encuesta. A Benito, Jeffrey y Luis les preguntaron qué harían si ven a un animal agonizando: ¿acabar con su sufrimiento o dejarlo morir? Luis fue el único que decidió que lo mejor era matarlo.
Al otro grupo les cuestionaron si preferían los gatos o perros. Diego dijo que le gustaban más los gatos y Lucy los perros. Luego, qué tan fácil les era conectar con las personas. El joven dijo que le costaba, la niña pequeña que no y Lucy que no estaba segura.
Otra vez vamos a México. Ahora les consultan si protegería a un niño o a un soldado de un ataque terrorista. Benito afirmó que al soldado y ayudaría a matar al menor, Jeffrey contestó que a ambos y Luis también al soldado, pero para que este pudiera proteger al infante.
La persona que hacía las preguntas salió de la habitación para supuestamente buscar unos formularios, pero les lanzó una especie de granada y cerró la puerta. Jeffrey decidió ponerla dentro de su caja de pizza para evitar que explotara.
En Brasil, luego de una especie de experimento social que Lucy detuvo en el que trajeron a un gato, una lata de atún y un frasco con contenido misterioso, con los cuales los hicieron creer que envenenarían al animal, el encargado del cuestionario salió de la habitación para luego también lanzar una pequeña bomba, la que intentaron cubrir con una manta.
De todos modos, en ambos casos fueron dormidos debido a que el artefacto resultó contener gas somnífero.
Panacea
Tras despertar, ambos grupos estaban juntos y encadenados en una habitación hirviendo y llena de humo. Por cada ronda que pasaba, los personajes pierden un punto de vida.
Tras liberar a todos gracias a la llave que tenía Jeffrey y lograr cerrar las válvulas que generaban el calor, los personajes perdieron algunos puntos de vida pero se salvaron. Por alguna razón, Jeffrey tenía en su bolsillo un hámster diminuto llamado Wallace.
Después de investigar un poco, un hombre misterioso llamado Mikael llegó al lugar. Este al parecer trabajaba ahí. Los sacó de la habitación y los guio por los pasillos llenos de sangre del lugar, contándoles que el guante que tienen en la mano no se lo pueden sacar. Entonces apareció frente a todos una extraña criatura con bastantes malas intenciones (comérselos).
Lograron correr para dejar atrás al monstruo, no sin antes perder casi todos sus teléfonos para intentar distraerlo. El equipo se puso entonces a investigar el lugar, descubriendo que están en los laboratorios de Panacea. Deciden que deben escapar de ese lugar.
Se dividen para poder cubrir más zonas e indagar de forma rápida. El grupo de Diego, Luis y Lucy encontraron a un médico, quien resultó ser el creador de los guantes que tenían puestos. Según les explicó, estos les sirven para evitar convertirse en las extrañas criaturas que vieron anteriormente. Debido a que el suyo está roto, probablemente pronto se transforme. De todas formas, les indicó dónde estaba la llave para escapar del lugar.
Fueron con el doctor a intentar encontrarla, pero hallan de frente a un engendro mitad humano mitad gato, al que Luis le dio un puñetazo en la cara. Empujaron al monstruo a un locker, donde quedó atrapado. Supuestamente ahí también estaba la llave, pero en vez de eso encontraron un arma.
En realidad, la tarjeta que sirve para abrir las puertas la tenía el mismo doctor, quien tras contarles la historia de su hermano se las entregó. Después les pidió matarlo para evitar el sufrimiento de convertirse en una de esas criaturas, ante lo cual Luis le disparó con el arma (que solo tenía dos balas).
Por otro lado, Jeffrey, Benito y Mikael lograron abrir una puerta. Sin embargo, Mikael los traicionó e intentó encerrarse solo dentro de la habitación. Los otros dos no lograron detenerlo, pero sí cortarle el brazo con el portón metálico, lo que les dio un guante extra.
Intentando escapar
Luego de investigar el lugar, se encuentran con el papá y la niña que conocieron Lucy y Diego al comienzo de la historia peleando con uno de los monstruos. Lamentablemente, debido a que ellos no tienen guantes, tras una mordida que recibió el hombre el virus comienzó a propagarse rápidamente.
El grupo intenta sin éxito llamar la atención de la criatura, tras lo que Benito le propicia un golpe que rompe unas medicinas cercanas, provocando que una parte del engendro se congelara, lo que les permite ganar el enfrentamiento y dejarlo atrás. Sin embargo, el hombre no corre tanta suerte, por lo que los jóvenes lo atan y este les pide que por favor cuiden a su hija, quien sigue viva en la otra habitación.
Lograron colocarle un guante a la pequeña, ya que había sido mordida. Gracias a tal acción, consiguieron salvarla. Luego de despertar, comenzó a buscar a su padre, pero Benito fría y duramente le explicó que ya estaba más que muerto. Luego de ver por sus propios ojos el cadáver de su primogénito, la niña quedó el shock.
Jeffrey, quien intentaba encontrar a su hámster perdido durante la batalla, halló un reporte sobre distintos experimentos y sus resultados. Por su lado, Benito descubrió que el virus no puede mutar en bajas temperaturas.
Tras salir de donde están, llegan junto a Diego, Luis y Lucy. Ambos grupos comparten sus experiencias vividas y discuten lo investigado. Lamentablemente, también se topan con el cadáver de Wallace. Podre animal.
Deambulan por las instalaciones y llegan a una habitación con computadores, donde en uno hay un mensaje que indica que la empresa planea liberar el virus en todo el mundo. El grupo decide que deben encontrar una forma de bajar la temperatura del edificio, dando así marcha a un nuevo plan.
Entraron a otro sitio lleno de máquinas, las que Lucy notó eran para controlar la calefacción. Ahora, deben buscar cómo hacerlas funcionar, pero se topan con muchos monstruos fuera de la habitación. Deben llegar al otro lado para apagar el interruptor y congelar así donde estaban.
A pesar de los esfuerzos para correr, situación en la que además Luis perdió la otra bala que tenía tras disparar y no apuntarle a nada, Jeffrey pierde todos sus puntos de vida. Sin embargo, debido a que Luis logró tirar la palanca y bajar la temperatura, el chico de las pizzas pudo sobrevivir tras un discurso motivacional que le dio Diego.
Se reagrupan y se dirigen a una extraña oficina donde la calefacción sigue encendida. Justo ahí encuentran nuevamente a Mikael. Este les explica que necesitaba sobrevivir y que la misión está al fin completa, luego de que los demás lo amenazaran por lo que hizo. Después, les abre la puerta tras ellos, diciéndoles que ya pueden abandonar todos el lugar, pero que el verdadero terror comenzaría ahora.
