La organización del Mundial Sub-20 recibió un duro golpe este martes, tras conocerse que la FIFA descartó a Sausalito como una de las sedes para la Copa del Mundo Juvenil que se desarrollará en nuestro país el próximo año.
Sin entrar en grandes detalles, desde Suiza se informó que todavía no habían recibido “el alcance de las obras, el presupuesto ni los plazos” para finalizar los trabajos de remodelación en el recinto de Viña del Mar.
“Dado el retraso de la planificación y la evaluación de riesgos que ha presentado el COL (Comité Organizador Local), entendemos que no es posible finalizar la remodelación del Estadio Sausalito en el tiempo que falta para el inicio de la competición”, agregaba la misiva del pasado viernes 22 de noviembre firmada por Roberto Grassi, jefe de Campeonatos Juveniles del organismo.
Así, de las cinco sedes que había elegido la ANFP para ser sedes del Mundial Sub-20, solo quedarán el Estadio Nacional en Santiago, el Elías Figueroa de Valparaíso, El Teniente de Rancagua y el Fiscal de Talca.
El quinto Mundial de la historia en Chile
El del próximo año será el quinto campeonato mundial que se desarrollará en nuestro país. El primero fue la Copa del Mundo de 1962, seguido por el Sub-20 Masculino de 1987, el Sub-20 Femenino de 2008 y el Sub-17 Masculino de 2015.
Y aunque la amargura que ahora hay en Viña del Mar por no poder acoger la gran cita juvenil seguramente durará varios días, o semanas, no es la primera ciudad chilena que queda ad portas de poder ser mundialista, para quedarse con las ganas a última hora.
Ya en el Mundial de 1962 ocurrió, aunque en este caso era totalmente justificado por razones de fuerza mayor. El Terremoto de Valdivia de 1960 -cuatro años después de que nuestro país ganara la postulación por sobre Argentina- hizo que la mitad de las sedes inicialmente consideradas quedarán totalmente descartadas: Talca, Concepción, Talcahuano y, paradójicamente, Valdivia.
Se consideró a Antofagasta y Valparaíso como reemplazos de último minuto, pero no aceptaron, por lo que hubo que hacer refacciones a la carrera a los otro cuatro recintos que estaban pensados, a fin de perder la organización del Mundial: Arica, Santiago, Rancagua y el mismo Viña.
Quillota, dos veces a punto de ser estadio mundialista
En 1987, las cuatro sedes que habían sido pensadas originalmente -Antofagasta, Valparaíso, Concepción y Santiago- no sufrieron inconvenientes (pese a que en 1985 la Zona Central de nuestro país sufrió otro sismo de gran magnitud), mientras que para 2008 se hizo una preselección de ocho candidatos, aunque solo cuatro serían considerados finalmente.
De esa forma, La Calera, Quillota, Talca y Osorno quedaron abajo del Mundial Juvenil Femenino, privilegiándose a Coquimbo, La Florida, Chillán y Temuco. Todos los recintos, vale recordar, recibieron la mayor remodelación de su historia, como parte de la Red Bicentenario de Estadios que les cambió completamente la cara.
Algo similar ocurrió en 2015, aunque en esta ocasión solo fueron dos las sedes descartadas en el último corte: Copiapó y, otra vez, Quillota, dejando al Lucio Fariña como el único estadio de la historia que postuló sin éxito dos veces a una cita mundialista.
Coquimbo, La Serena, Viña del Mar, Santiago, Talca, Chillán, Concepción y Puerto Montt fueron los elegidos, de los cuales el Nacional y el Fiscal talquino son los únicos que se repetirán el plato diez años después para el Mundial Sub-20 de 2025.