Todavía duele la derrota ante Bolivia por la octava fecha de las Eliminatorias Sudamericanas; y será así por mucho tiempo. Un traspié como el de anoche en el Estadio Nacional revive cualquier tipo de fantasma y, en lo concreto, tiene a Chile colgando en la carrera rumbo al Mundial 2026.
Para los más nuevos, que crecieron futbolísticamente al amparo de una Selección maravillosa como la que ganó dos Copas América, la derrota ante la Verde es una ignominia jamás imaginable. Para los más viejos, quizás con el cuero más curtido en lo que a fracasos de La Roja se refiere, es una vergüenza fea, pero no inédita...
Y cuando el equipo nacional transita a los costalazos por las canchas de Sudamérica, vale preguntarse qué pasaría en caso de que se produzca una renuncia masiva de jugadores a la Selección. ¿Qué caos se generaría si los futbolistas, ya sea porque vean que no hay opciones de clasificación o bien porque se aburran de las chambonadas de Gareca, decidieran no responder a los llamados? El antecedente no es tan lejano y es algo que muchos futboleros quieren dejar en el olvido...
La posibilidad de una renuncia masiva a la Selección Chilena
La llama la avivó el campeón del mundo con Argentina Claudio Borghi. El Bichi llegó en 1992 a nuestro país y, luego de su retiro del fútbol profesional, ha pasado buena parte de su vida por estos lados. Por ello, supo lo que ocurrió en las eliminatorias rumbo a Corea/Japón 2002, un periodo que solo se puede catalogar como la época del más absoluto oscurantismo.
En su espacio en Radio Futuro, el hoy comentarista puso el problema sobre la mesa. “¿Ustedes creen que no puede volver a ocurrir eso? ¿Que los jugadores no quieran volver a la Selección?”, dijo y luego lo personificó en Ben Brereton. “Si yo soy Ben, no nací en este país, no hablo el idioma, no sé lo que son las empanadas, no sé lo que es el 18... Me pego el pique desde Inglaterra para venir y me sacan a los 35 minutos, yo digo ‘no vengo más’. ¿Le vieron la cara a ese pibe? Estaba destruido”, advirtió.
Pero, ¿qué tan grave fue lo sucedido en 2001? Quienes aún recuerdan el episodio, sabrán que el asunto era para llorar a mares.
El tortuoso camino eliminatorio de Chile hacia Corea/Japón 2002
La Selección Chilena venía con el envión enorme de haber clasificado a Francia 98, su primer Mundial tras 16 años. Mantuvo técnico, pues Nelson Acosta se quedó para buscar la clasificación a Corea/Japón 2002.
El comienzo fue malo, pero dentro de todo, no como para morirse: Chile cayó en su visita a Argentina en Buenos Aires y luego empató 1-1 con Perú en Santiago. En el plantel, figuras que militaban en el extranjero, como Claudio Maldonado (Sao Paulo), Pedro Reyes (Auxerre), Javier Margas (West Ham United), Pablo Contreras (AS Monaco), David Pizarro (Udinese) y, cómo no, los superastros de arriba, Marcelo Salas e Iván Zamorano.
El camino siguió con resultados más o menos esperables, como caídas en Montevideo y La Paz y victorias sobre Paraguay en Santiago y Venezuela en San Cristóbal. Hasta que llegó un encuentro que llenó de esperanzas a todo el país: el 15 de agosto de 2000, en un Nacional repleto, La Roja dio una clase magistral al vencer a Brasil por 3-0, con goles de Fabián Estay, Zamorano y Salas.
Pero lo que vino después fue un lento e irrevocable descenso al más abrasador infierno. Después de la noche mágica en Ñuñoa, Chile no ganó nunca más. Vinieros las derrotas consecutivas con Colombia, Ecuador, Argentina y Perú. Partido ante Uruguay en Santiago: ganar o para la casa, y Chile cayó por la mínima, con autogol de Ítalo Díaz.
Una a una, las figuras de la Selección comenzaron a bajarse del barco. En 2000 renunciaron Ronald Fuentes, José Luis Sierra y Margas; al año siguiente, Zamorano, Reyes, Estay y Nelson Parraguez. Acosta se fue después de la derrota ante Argentina en Santiago y en su lugar llegó Pedro García, quien no dirigía hacía tres años...
El triste tramo final de La Roja en las eliminatorias de Corea/Japón
Fecha que pasaba, fecha que la Selección perdía jugadores. Nadie quería estar... Había gestos destacables, también, como la incorporación de Sergio Supermán Vargas, quien nacionalizado quiso cumplir el sueño de defender el arco del país que tan bien lo había recibido.
Chile se quedaba sin figuras internacionales. Marcelo Salas se lesionó de gravedad en la Juventus, más encima, y su último partido de ese ciclo fue el 2-2 ante Bolivia de local. Luego, derrota ante Venezuela en Santiago y nada más que hacer.
Para los últimos partidos, la Federación trajo a Jorge Garcés para poner la cara (0-2 con Brasil, 1-3 con Colombia y 0-0 con Ecuador), mientras seguía siendo en paralelo el técnico de Santiago Wanderers. Como notable contrapunto, muchos de los renunciados volvieron para jugar ante el campeón del mundo, Francia, en el amistoso que significaría la despedida de Iván Zamorano de la Selección...
Las autoridades de la ANFP hicieron lo indecible por tratar de llevar público al Nacional para la adiós ante Ecuador (entradas dos por uno, canjes de cualquier tipo y ofertones imperdibles), pero al equipo nadie lo quería acompañar.
Y, como muestra de una época, la formación que terminó jugando esas eliminatorias. Ante los del Centro del Mundo, el 14 de noviembre de 2001, Chile alineó con: Sergio Vargas (Universidad de Chile), Jorge Torres (Deportes Concepción), Héctor Robles (Santiago Wanderers), Cristián Gómez (Coquimbo Unido), Darwin Pérez (Deportes Concepción), Luis Medina (Unión Epañola), Arturo Sanhueza (Santiago Wanderers), Raúl Muñoz (Colo Colo), Jaime Riveros (Santiago Wanderers), Julio Gutiérrez (Messina, Italia) y Fernando Martel (Santiago Morning).
Eso sucedió hace apenas 23 años, cuando Chile terminó último en Sudamérica; ¿Quién asegura que no vuelva a ocurrir ahora que el sueño del Mundial parece casi una utopía?