La pésima jornada vivida por La Roja en Copa América, donde quedó eliminada tras empatar sin goles ante Canadá, tuvo a Wilmar Roldán como el gran villano de la jornada.
El árbitro colombiano y el VAR ignoraron una evidente agresión en contra de Rodrigo Echeverría para después expulsar a Gabriel Suazo, dos incidencias que marcaron el primer tiempo y no pasaron desapercibidas para Claudio Bravo, seleccionado que fue alternativa ante los norteamericanos y que apenas terminó el primer tiempo se fue contra el equipo arbitral para enrostrarles las dos situaciones.
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