No han sido días tranquilos en la ANFP. Pese al mal rendimiento que venía mostrando el seleccionado nacional, la renuncia de Eduardo Berizzo tras el empate ante Paraguay pilló desprevenido a Pablo Milad, quien le tuvo que encomendar la misión de asumir la banca de La Roja a Nicolás Córdova.
Ahora, la principal misión en Quilín es conseguir un entrenador que se haga cargo del actual proceso que tiene por objetivo la clasificación al Mundial 2026. Para eso, necesitarán de todos los recursos económicos para convencer al próximo cuerpo técnico, y al parecer, poco a poco la situación financiera del ente rector del fútbol nacional comienza a mejorar.
Hace poco se oficializó al Banco Itaú como el nuevo naming rights del Torneo de Primera División para la temporada 2024, aunque las cifras de dicho trato distaban de ser alentadoras en comparación a las que se tenían previstas.
Sin embargo, la ANFP silenciosamente festejó un triunfo para su billetera, esto porque hace dos meses la directiva de Milad recibió una noticia que alivió la crisis: la empresa Nike, uno de los principales socios comerciales desde 2015, acordó el pago de una compensación millonaria por aproximadamente US$10 millones, tras ser denunciada por incumplimiento de contrato en un arbitraje en Nueva York.
Esta compensación resultó crucial para la ANFP, que había enfrentado más de dos años de litigio con Nike. Según información de La Tercera, el pago contribuyó a cerrar el tercer trimestre del año con un superávit levemente superior a los $7 mil millones, una situación que no se veía desde hace mucho tiempo en Quilín.
¿Cómo surgió el litigio entre La Roja y Nike?
El conflicto entre la ANFP y Nike se remonta a marzo de 2021, cuando la asociación presentó una demanda alegando el no pago de la cuota correspondiente al período entre julio de 2019 y julio de 2020. La demanda exigía el pago de 140 mil UF, equivalentes a $4.200 millones, por el incumplimiento de la firma estadounidense. Nike respondió acusando a la ANFP de actuar de manera abusiva y de mala fe, argumentando que no habían suscrito el contrato en cuestión.
La disputa se centró en el hecho de que Nike dejó de cumplir con el contrato en 2020, privando a la ANFP de cerca de US$14 millones en las últimas dos temporadas y US$21 millones en total, considerando un extra por una posible clasificación al Mundial de Qatar 2022, que finalmente no ocurrió.
La ANFP se vio obligada a buscar nuevos auspiciadores, firmando un acuerdo con Adidas en 2021 por una suma significativamente menor: US$3 millones al año durante cinco años, con un bono de firma de alrededor de $590 millones que ayudó a enfrentar la crisis financiera de ese momento a raíz de la pandemia.
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