Un punto de seis posibles. Ese es el modesto botín cosechado por La Roja en esta primera doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Norteamérica 2026. Una derrota inapelable en Uruguay y un empate sin goles ante Colombia, para que el elenco nacional aparezca en el octavo puesto de la carrera continental.
A Colombia no se le gana en Santiago desde hace 15 años. La última victoria de Chile sobre un conjunto de ese país fue rumbo a Sudáfrica 2010, el 10 de septiembre de 2007 y, desde ese partido, se han registrado tres empates y un triunfo cafetero.
Contra Uruguay, en cambio, poco y nada que hacer, pues nunca la Selección ha ganado en tierras orientales. Ahora, si se estira un poco más el registro, sale a la luz una estadística horrible para nuestro representativo, números que solo son comparables con la Eliminatorias para Corea-Japón 2002.
Con la igualdad ante los cafeteros, el elenco de Eduardo Berizzo completó sin ganar cuatro partidos consecutivos en calidad de local por Eliminatorias, algo que solo tiene antecedentes en ese nefasto camino al Lejano Oriente.
Para las Eliminatorias hacia Qatar 2022, mientras el uruguayo Martín Lasarte estaba en la conducción técnica, Chile perdió sus últimos tres encuentros como dueño de casa: Ecuador (0-2), Argentina (1-2) y Uruguay (0-2), serie de resultados que fueron fundamentales para explicar el octavo puesto en que finalizó el equipo.
El tormentoso camino mundialista a Corea-Japón 2002
Ahora, con el empate de anoche del equipo de Berizzo, se confirma la estadística que nos lleva a los primeros años de la década del 00. Pero, ¿Qué tan terrible fue la Eliminatoria para el Mundial de Corea-Japón 2002?
El recuerdo de ese camino mundialista es nefasto, pues Chile finalizó último en Sudamérica, con apenas 12 puntos. Por una Roja totalmente descarrilada pasaron tres técnicos (Nelson Acosta, Jorge Garcés y Pedro García) y se registraron resultados históricos, como la caída como local ante Venezuela por 0-2 (también, una insólita victoria por 3-0 sobre Brasil). Una segunda rueda en que la Selección apenas cosechó dos empates (ante Bolivia y Ecuador, en Santiago) y que perdió el resto de los partidos (siete en total) fue el corolario de la peor eliminatoria chilena desde que existe el sistema todos contra todos.
Es temprano aún para pronosticar que Chile acabará emulando esos años de terror. El arranque, sin embargo, fue bastante malo y da para pensar.