Nicolás Diez está a las puertas de emprender el vuelo en solitario como entrenador titular. Luego de una década como ayudante técnico, el ex futbolista de Everton, O’Higgins y Ñublense, entre otros equipos, está listo para dar el siguiente paso y así lo manifestó en una extensa entrevista exclusiva con En Cancha.
El argentino cuenta con un currículum que sostiene su idea de arrancar como DT, pues con sus experiencias en Universidad de Chile, Defensa y Justicia, Independiente y Racing, siempre como escudero de su compatriota Sebastián Beccacece, además de pasos por el sistema de selecciones argentinas, el salto de calidad era evidente y esperable.
Pero hay un episodio en la vida profesional de Diez que bien merece un análisis más profundo. Fue integrante del cuerpo técnico comandado por Jorge Sampaoli que coronó su paso por La Roja con la Copa América 2015; un logro demasiado importante como para no profundizar en él. Desde adentro, Diez nos cuenta detalles imperdibles de lo vivido junto a una generación imprescindible en la historia del fútbol chileno.
Sea por alineación cósmica, por el ojo clínico de los descubridores o por el talento de quienes los dirigieron, el caso es que la Selección Chilena que defendió a nuestro país en el Mundial de Brasil y luego se coronó en dos ocasiones como campeona continental es un fenómeno que será muy difícil de emular. El juicio lo comparte “Nico” Diez.
“Fue una camada de jugadores extraordinaria. Se les reconoce mucho, pero con el tiempo, la gente se dará aún más cuenta de los grandes jugadores que eran. Todos en equipos de Europa. Alexis en Barcelona, Bravo también, Isla en la Juventus, Jara en Alemania, Beasejour en Wigan, Marcelo Díaz en Suiza… Era un equipo extremadamente comprometido con la causa. Jugadores que se mataban por estar en la Selección. Llegaban después de 12 horas de vuelo desde Europa. Han marcado una etapa en Chile, serán recordados toda la vida y sus carreras se agigantarán aún más una vez que estén retirados”…
-¿Cómo era entrenar a un grupo con esas características?
-Espectacular, por el deseo que ellos tenían de jugar en la Selección. Querían bajar del avión, entrenar y competir. Más allá de la técnica que tenían y que eran jugadores extraordinarios, tenían ese amor por la camiseta, por el país y lo representaban de una manera brillante. Tuvieron, además, la suerte de obtener títulos, porque a veces cuando eso no ocurre, no se los empodera tanto… Esta camada ganó dos títulos y compitió en un mundial, en que casi deja a Brasil fuera por penales; un grupo terrible, con España y Holanda… Este grupo logró demasiado y lo dejaron todo por jugar por Chile. Será muy difícil que salga una camada igual…
-Pero ¿no se generaban problemas, por ejemplo, de egos en un grupo tan selecto? ¿Había que tener un tacto especial para manejar a jugadores que estaban tan arriba?
-Había que saber llevarlos. Darles algunas libertades, que fueran a sus casas y volvieran. Los egos se van manejando. Es normal que no todos se lleven bien fuera del campo. Son compañeros, no amigos, pero en la cancha se defendían a muerte y allí eran todos hermanos. Fuera del campo hay egos o jugadores que no se llevaban bien, como pasa en cualquier trabajo…
-Ahí aparecía el manejo del cuerpo técnico…
-Los jugadores nos querían mucho y nosotros a ellos. Teníamos una relación estupenda. A veces, también, el cuerpo técnico viajaba a visitarlos a Europa, les daba charlas de unión, consejos. Es fundamental una buena conducción…
-Usted habla de darles a los jugadores espacios libres, pero luego aparecen los cuestionamientos del medio…
-En algún momento, el jugador necesita descomprimirse. Viene de Europa, le das una tarde libre o se van a dormir a sus casas y luego vuelven. Eso pasa en cualquier selección. Cada uno tiene que manejar su conducta como se debe… Pero privilegios nunca hubo. A todos se les trató por igual y lo que pasa en Chile, eso de dar días libres, pasa en todos lados: los jugadores quieren estar con sus familias que no ven hace mucho, porque vienen de afuera.
-Pero, específicamente, ocurrió el incidente de Arturo Vidal durante un día libre…
-Lo bueno de ese episodio es que logramos contener a Arturo, lo dejamos adentro del grupo, logró reflexionar y luego nos sirvió mucho, porque sin Vidal hubiera sido muy difícil lograr la Copa América. Lo cuidamos, no lo expusimos. Fue un accidente y creo que la mejor decisión fue dejarlo con nosotros, estar todos juntos, ayudarlo y que siguiera teniendo la cabeza en la Copa América…
Los jugadores que sorprendieron a Nicolás Diez
Al rememorar el equipo que alzó el trofeo continental, las predilecciones suelen ser evidentes. Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel o Claudio Bravo, quienes hasta hoy defienden la tricota roja, aparecen siempre en el recuento, aunque para Diez, hubo también otros elementos de inmensa valía: “Charles Aránguiz era un motor para nosotros, impresionante. Un jugador indiscutible, porque corría, se esforzaba, entendía el juego. Marcelo Díaz, ni hablar: uno de nuestros jugadores con más claridad, que sabía lo que el cuerpo técnico quería, era un “relojito” dentro del campo. También destaco a Jorge Valdivia, que estando bien era el distinto que teníamos. Para armar el juego, para un pase decisivo, para tener el balón. Era un tipo que te podía manejar el equipo cuando quería y, al tenerlo bien, era fundamental.
-¿Qué pasa con Chile hoy en día? ¿Por qué Chile bajó tanto?
-Material siempre va a haber, pero no hay que comparar camadas. Es bueno que queden algunos de la vieja guardia que puedan enderezar a las jóvenes. El “Toto” (Eduardo Berizzo) seguramente hará un trabajo muy serio, porque lo ha hecho siempre. Tuvo la posibilidad de estar con Bielsa, conoce el fútbol chileno, a los jugadores. Chile tiene una buena generación, con futbolistas que juegan en el exterior. Tienen que agarrar continuidad, para que sientan que cada vez que vienen van a jugar. Hay jugadores que rinden afuera, seguro no de la talla de Alexis o Arturo, pero por algo están triunfando. Hay un gran entrenador, que sacará lo mejor de los jugadores y podrá formar un plantel competitivo…
-Pero hay una realidad: hace dos Mundiales que Chile no clasifica… ¿Qué pasó?
-Hay que saber el proyecto que quieres lograr. Qué tipo de técnico necesitas para el fútbol chileno. Cambiar entrenadores en medio de las eliminatorias es algo que no va, le pasó a Argentina durante muchos años. Hay que mantener el técnico, el proyecto en que uno cree. El “Toto” es un técnico muy capaz que ha dirigido en Europa, es metódico, tiene un plan de trabajo muy bueno. Hay que dejarlo trabajar tranquilo. Chile ha tenido estos dos baches, en que tiene que refundar todo, empezar de cero. Berizzo está dándoles oportunidades a jugadores nuevos, junto con dos o tres de la vieja guardia. Es lo mejor que le puede pasar a Chile…