Pasó más de un año y finalmente la Selección Chilena volvió a festejar. En total, 10 partidos de tristezas (siete bajo el mando técnico de Eduardo Berizzo), para que La Roja nuevamente se fundiera en abrazos tras conseguir una victoria, al vencer esta noche a Paraguay por 3-2 en el amistoso disputado en el Estadio Monumental.
Fue un partido durísimo, cierto. Se ganó con lo justo y en el último suspiro, también es verdad. Quedaron muchos asuntos por corregir, sin dudas... Pero la bocanada de aire fresco que significa este triunfo para un equipo -y especialmente para un cuerpo técnico- que venía sumamente cuestionado es indesmentible.
Chile mostró pasajes interesantes de buen fútbol. Dominó en la primera parte y llegó al 1-0 a los 25′, gracias a un cabezazo implacable de Paulo Díaz que dejó sin opción a Antony Silva. Primer gol en la Selección para el zaguero de River Plate.
La imagen de esos primeros minutos era la de un Chile sólido, que manejaba el encuentro y que pasaba pocas zozobras en el fondo. Pero sin previo aviso y en apenas dos minutos del terror, los guaraníes dieron vuelta el encuentro, para volver a instalar las dudas en Macul. Matías Rojas (32′) y Gabriel Ávalos (34′) clavaron dos estocadas seguidas a la Selección para llevar el duelo 1-2 al descanso.
Los ingresos claves de Alexis Sánchez y Alexander Aravena
En la segunda etapa, Berizzo tuvo el acierto de mover el tablero en busca de más profundidad ofensiva y lo logró especialmente gracias a los ingresos desde el banco de Alexis Sánchez y Alexander Aravena. Una inyección de frescura en el ataque que dio frutos a poco andar del complemento: el delantero del Olympique de Marsella estrelló un balón en el poste y el ariete de la UC mostró movilidad y atrevimiento para complicar a la zaga paraguaya.
Llegó el empate. Un balón que quedó botando en el área albirroja luego de consecutivos despejes defectuosos fue aprovechado por Sánchez, quien aumentó su saldo como el máximo anotador en la Selección, al llegar a los 51 goles.
El partido se iba, se jugaba el tercer minuto de descuento, cuando llegó el insólito final. Córner ejecutado por Alexis, muy a la carrera, al primer palo. Antony Silva, inexplicablemente, fue incapaz de contener el balón y lo mandó directamente a su portería: asombroso autogol para darle a Chile su primer triunfo bajo el comando técnico de Eduardo Berizzo.
La Selección no ganaba desde el 1 de febrero del año pasado, cuando derrotó a Bolivia en La Paz, por las eliminatorias a Qatar 2022. Ahora volvió a los festejos. ¿Será suficiente para encarar el camino al Mundial 2026? Claramente, no, pero el triunfo alivia... Y mucho.