La eliminación de La Roja Femenina del Mundial de Australia/Nueva Zelanda 2023 está consumada. La caída del martes en la noche en Auckland, ante Haití, sepultó cualquier opción de que la Selección Chilena participe en su segunda Copa del Mundo consecutiva.
Culpables del fracaso de la Selección pueden encontrarse en muchas partes; desde rendimientos puntuales de futbolistas, con escala en las decisiones del cuerpo técnico y hasta llegar a -lo más determinante, por cierto- una pésima gestión dirigencial que se encargó de hundir un trabajo que costó años cimentar.
Sin embargo, en un medio futbolístico como el chileno, en que los éxitos o fracasos de cualquier equipo se suelen enfocar en la labor del staff técnico (y del entrenador en particular), es importante saber qué pasará ahora con José Letelier, el cuestionado DT que desde 2016 está al mando de La Roja Femenina.
¿Se va o se queda? Es una determinación que debe adoptar próximamente la administración de la ANFP (de la Federación de Fútbol de Chile, en rigor, pero en nuestro país eso no existe). El clamor popular apunta a que el ciclo de Letelier debe terminar. Sin embargo, ¿es tan sencillo el paso?
A diferencia de lo que ocurre con la Selección Adulta de hombres, el contrato del entrenador de La Roja Femenina con la ANFP no es a plazo fijo. Es decir, no está supeditado a torneos específicos ni tiene fecha de evaluación. Letelier es un empleado más de la Corporación, con contrato indefinido y, como tal, en caso de ser despedido en Quilín deberán asumir los costos económicos de la desvinculación.
La ANFP se ahorraría montos por indemnización en caso de que Letelier renunciara a su cargo. Sin embargo, el asunto hay que ponerlo en un marco de realismo. En el Futfem no se barajan los montos exorbitantes del fútbol de hombres, en que un DT puede perfectamente dejar su cargo; total, el colchón financiero con que cuentan los entrenadores del fútbol masculino les permite hacer eso.
Por el momento, la administración Milad no se ha referido al tema y, por parte del entrenador, sus declaraciones tras la eliminación no dejan en claro que vaya a dejar su cargo voluntariamente. “Los resultados son los que mandan; el directorio de la ANFP tomará las decisiones”, dijo tras el partido con Haití, con lo que se desprende que el técnico dejará la decisión en manos de los dirigentes.
Si se va José Letelier ¿Quién llega?
A simple vista, es evidente que a la Selección Femenina le hace falta un nuevo aire, un cambio de rumbo quizás, y eso puede partir por un nuevo entrenador. La relación de Letelier con las jugadoras se ha desgastado, luego de un larguísimo vínculo que, en algunos casos, data de harto más de una década; el DT llegó a Colo Colo en 2010, donde se encontró con jugadoras como Christiane Endler, Francisca Lara, Karen Araya o Carla Guerrero.
La salida de Letelier del banco de La Roja abre la pregunta sobre quién podría llegar a ocupar ese puesto. El absoluto desconocimiento de Pablo Milad y compañía sobre el fútbol femenino hace pensar que cualquier decisión que se adopte será a la rápida, sin mucho análisis ni fundamento técnico.
Cuando el ex intendente del Maule llegó de golpe a la administración del fútbol chileno, traía consigo el nombre de la española Toña Is para hacerse cargo de la Selección. No porque él la conociera, sino que porque se la habían recomendado. Como Chile en ese entonces estaba a punto de jugar el repechaje a los Juegos Olímpicos, al timonel del fútbol chileno se le hizo ver que no era recomendable la interrupción de un proceso ad portas de un momento tan importante.
Al final, la entrenadora campeona del mundo con la Sub 17 de España en Uruguay 2018 y hoy en el Pachuca Femenil mexicano ni se asomó por Quilín, Letelier logró clasificar a Chile a Tokio 2020 y el asunto quedó en nada.
Chile está a años luz de un técnico de primera línea
Hoy, en caso de una partida de Letelier, se hace bastante impensable que un entrenador o entrenadora de talla mundial llegue a hacerse cargo de la Roja. Como esta administración se ha escudado en la falta de recursos como una norma en el manejo de las selecciones, es muy poco probable que la Federación esté dispuesta a contratar a un DT “calado” y, lo que es un hecho, la directiva sería incapaz de presentarle un proyecto serio de trabajo a ese elegido.
Los técnicos Top del mundo ganan alrededor de 400 mil dólares al año -como Vlatko Andonovski en Estados Unidos o Sarina Wiegman en Inglaterra, por ejemplo- y aunque fuese la mitad de ese dinero, para un profesional de segunda línea, seguramente en Quilín no lo desembolsarán.
La sueca Pía Sundhage, quien entrena a la Selección de Brasil (la única del primer mundo del Futfem internacional que existe en la Conmebol), renovó hasta 2024 con la FBF, pero claro, para traer a alguien así habría que hacerle un contrato que, al menos en condiciones de trabajo, sea similar al que se les hace a los entrenadores de los equipos masculinos; algo que se ve casi imposible bajo las condiciones actuales.
¿Qué queda entonces? Cuando Pablo Milad adopte la decisión de despedir a Letelier, seguramente se dejará llevar por la opción más “popular” para contratar al próximo entrenador. Podría llegar Carlos Véliz, quien se fue de Universidad de Chile, o Milenko Valenzuela, quien dejó Santiago Morning, aunque este último cuenta con una vasta trayectoria en las divisiones menores de Chile. En ambos casos, se trataría de técnicos locales que muy poco revolucionarían el medio.
Quizás y como ya lo ha hecho en otras escuadras chilenas (la de Futsal, por ejemplo), se opte por hacer un concurso público para encontrar entrenador o entrenadora, un proceso que a todas luces sería criticado por hinchas y el mundo del fútbol femenino.
La decisión, entonces, está en manos de la dirigencia. El próximo desafío oficial de La Roja serán los Juegos Panamericanos Santiago 2023 en octubre. Se ve difícil que Letelier renuncie y será el directorio de la ANFP el que adopte la decisión final en los próximos días. ¿Cuál será?