Esta década dejó uno de los más grandes logros en la historia del fútbol chileno: El bicampeonato en las Copa América del 2015 y la Centenario 2016. Ambos torneos jugados con un técnico distinto, Mark González, que fue parte del segundo título de la Roja, recordó lo complejo que se tornó el panorama, pero que finalmente tuvo una gran recompensa. “De ese torneo rescato la intensidad, las ganas y la convicción de un grupo. Recordemos que recién había asumido Pizzi y se especulaba mucho lo que iba a pasar con el entrenador”, relató el ahora retirado futbolista a El Mercurio. El jugador, que brilló en Universidad Católica, y que jugó su último año en Magallanes, señaló que “fue un momento, quizás difícil, porque él agarra un fierro caliente. Creo que pasó lo que ya he dicho: esta copa la ganaron los jugadores”. Finalmente, Mark González dio una potente reflexión. “Veníamos de una identidad, de un sello, veníamos de una forma de jugar. Prácticamente era poner el equipo a jugar. Jugábamos solos”. Aquel 2016, no solo Chile logró un histórico bicampeonato, sino que venció en una final, por segunda vez consecutiva y en una definición a penales, a uno de sus más complicados rivales, Argentina.