Los Juegos Paranemericanos de este año en nuestro país han generado una fiebre del deporte que lentamente se ha tomado la capital, lo que ha llevado a distintos programas a cambiar su programación para alentar las fechas. Tal como lo hizo CHV y Julio César Rodríguez, quien encontró un gran homenaje a Sergio Livingstone y Julio Martínez fuera del ojo público.
Esto se dio en la mañana del viernes 20 de octubre en el matinal “Contigo en la Mañana”, en donde el conductor del programa salió junto a un camarógrafo a mostrar el Estadio Nacional y sus secretos, pues este es el recinto en donde ocurre la mayoría de las competencias y eventos del certamen.
Recordemos que esta es la primera vez que Chile es sede de los Juegos Panamericanos, el evento más importante de su tipo en el continente, en donde se disputarán 40 deportes y 59 disciplinas en 17 días de competencia que comienzan el viernes 20 de octubre y finalizan el domingo 5 de noviembre.
De camino a mostrar todas las incidencias del estadio más importante del país, Julio César Rodríguez tuvo varios encuentros con los transeúntes, los cuales veían con incredulidad cómo el conductor salía de su conocida labor en el set del matinal para hablar con la gente.
Tras su llegada al establecimiento, el animador entrevistó a los distintas personas, cuyo trabajo es clave para mantener funcionando el evento masivo, mientras paseaba por la Villa Olímpica y los food truck del evento.
Tras mostrar gran parte del Estadio Nacional, Julio César Rodríguez aprovechó su credencial de prensa para pasar por un punto privado en donde trabajan los periodistas de distintos medios y nacionalidades, y en donde realizaron un hermoso homenaje a los icónicos Sergio Livingstone y Julio Martínez.
El gran homenaje de los periodistas a Sergio Livingstone y Julio Martínez
El punto de prensa de los Juegos Panamericanos 2023 guarda un emotivo homenaje a Sergio Livingstone y Julio Martínez, el cual fue mostrado en televisión por Julio César Rodríguez.
Al entrar en la carpa fuera del ojo público, el conductor presenció a muchísimos profesionales de varias partes del continente trabajando en largas mesas de redacción.
La postal sorprendió al famoso, pero lo mejor del establecimiento fue el espacio que dejaron para las figuras de los legendarios comunicadores.
En ella se puede ver un gran televisor mostrando imágenes de ambos, mientras que en la mesa están sus retratos, dos máquinas de escribir de la marca Olympia, unos cuadernos con lápices para anotar a la vieja usanza, unos grandes audífonos, las credenciales de ambos como periodistas destacados del certamen, e incluso el libro “Prohibido Olvidarlo”, escrito por Enrique Corvetto, que habla de la vida del fanático de Unión Española.
Recordemos que ambos son, indudablemente, los mejores y más recordados periodistas del ámbito deportivo en la historia de nuestro país.
Sergio Livingstone comenzó su carrera como arquero en Universidad Católica, su gran talento lo llevó a ser capitán de La Roja en el mundial de fútbol del año 50, a lo largo de su estadía en los tres palos llegó a ser el mejor jugador de la Copa América en 1941, mejor futbolista del país ese año y en el 44´, entre otras cosas. Como periodista fue condecorado con el Premio Nacional de Periodismo Deportivo de Chile en 1987 por su indudable contribución a su profesión, la cual continuó hasta su fallecimiento en el 2012.
Por otro lado, Julio Martínez comenzó directamente su labor periodística en Radio Prat, en donde rápidamente tomó experiencia y pasó por distintas emisoras en donde dejó su particular estilo de narración. Es muy recordada su intervención al gritar “¡Justicia divina! en el mundial de fútbol del 62, tras el gol de Leonel Sánchez a la Unión Soviética. Se le confirió el título honorario de periodista, pues no había cursado estudios en la materia. Apareció en pantalla hasta el 2007 y lamentablemente falleció un año después.
Así, los destacados Sergio Livingstone y Julio Martínez tienen un espacio designado en estos Juegos Panamericanos de este año, un hermoso homenaje que dio a conocer Julio César Rodríguez, y que -quizás sin su intervención- podría haber quedado en el misterio.