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Americup 2025 en Chile: un desafío de otro nivel para la Selección de básquetbol femenino

A fines de junio, la Roja femenina de básquetbol será local en la Americup, que reúne a las mejores selecciones de este lado del mundo y que en 2007 tuvo a las principales estrellas de la historia jugando en Valdivia. Chile busca reverdecer laureles y mostrarse competitivo, apostando por parte de una nueva generación de jugadoras formadas en Estados Unidos.

Chile se prepara para fines de junio La Americup 2025 se jugará en el Estadio Nacional, una condición a la que hay que sacarle ventaja. (felipe escobedo)

La historia del básquetbol nacional es rica y generosa, sobre todo en los albores de las competencias internacionales. Entre las décadas de 1930 y 1960, la “Roja Sin Mangas” era potencia sudamericana, visitando el podio y siendo parte de Juegos Olímpicos y Copas del Mundo. Incluso, Chile país fue anfitrión de la primera cita ecuménica femenina, en 1953, entre otros hitos. Por eso, no sorprende el arraigo de este deporte, ni menos que Santiago se apreste a recibir la Americup, desde el 28 de jun al 6 de julio, en el Centro de Deportes Colectivos del Estadio Nacional.

Será la segunda vez que el país recibe el torneo continental. Antes, en 2007, como Preolímpico para los Juegos de Beijing, Valdivia recibió a los ocho mejores quintetos femeninos de América, donde Estados Unidos ganó uno de sus cuatro cetros, con estrellas de la talla de Sue Bird, Diana Taurasi y una emergente Candace Parker. Hace casi dos décadas, Chile compartió el grupo con Brasil, Argentina y México, rozando la clasificación al cuadrangular final en una dolorosa y dramática derrota contra las trasandinas, rematando sexto, tras caer en el último partido de la ronda de consuelo ante Canadá.

Del plantel que llenara el Coliseo Antonio Azurmendy valdiviano hace 18 años, hay dos potenciales “sobrevivientes”, que podrían volver a jugar la Americup como local: las pívots Tatiana Gómez y Ziomara Morrison. Mientras la magallánica depende de su estado de forma a los 43 años, en el caso de la exWNBA podría volver a representar al país si no clasifica con la selección de 3x3 al Mundial de esa especialidad, que se disputa paralelamente desde fines de junio. Otra eventual ausencia en caso de lograrse los pasajes al torneo en Mongolia sería otra de las principales figuras, la alera Fernanda Ovalle. Con ese tope de fechas debe lidiar otra pieza clave que se repite de la experiencia anterior al borde del Calle Calle, el técnico Cristián Santander.

La preselección de jugadoras chilenas para la Americup de fines de junio está en el proceso de los microciclos.
La Roja femenina alista sus piezasLa preselección de jugadoras chilenas para la Americup de fines de junio está en el proceso de los microciclos.

El entrenador argentino trabaja junto a su cuerpo técnico en afinar al equipo, para que llegue del mejor modo posible a la cita continental que comienza el 28 de junio, y en la que Chile comparte zona con México, Colombia, Estados Unidos y Puerto Rico. A diferencia de 2007, ahora son diez selecciones (la otra zona está compuesta por Argentina, Brasil, Canadá, El Salvador y República Dominicana). La Roja es el quinteto de peor clasificación en el Ranking Fiba (70a.), y apenas es decimocuarta en el concierto americano. Por eso, la preparación es tan rigurosa como se puede.

“Ya hemos realizado cuatro microciclos de trabajo. Vamos a hacer una concentración de preparación más, en mayo, en la que apuntamos a quedarnos ya con las 15 jugadoras ‘finalistas’ para la Americup. Y se está trabajando para hacer una gira internacional, en junio, en la previa del torneo. Así está planificado, esperando que se sumen las jugadoras que están en el exterior, y completando el trabajo también con las jugadoras que están disputando la Liga Nacional. Si podemos concretar el viaje a Europa a completar la preparación, la idea sería viajar con 13 deportistas, porque estaríamos volviendo diez días antes de la competencia, así que ya ahí entramos en tierra derecha. De esas 13 saldrían las 12 para el debut ante México”, detalla Santander.

Las “extranjeras”

Parte del contingente que espera el entrenador son las basquetbolistas que se desempeñan en el exterior. Las más próximas a sumarse son quienes militaban en la NCAA, a exigente competencia universitaria estadounidense.

Desde allá llegarán Valentina Ojeda, quien viene de completar la temporada con Virginia Commonwealth University, y Macarena Retamales, quien jugó en Florida Gulf Coast University, ambas de la División I. La ala pívot magallánica de 21 años, que acaba de trasladarse a la University Rhode Island, promedió 21,4 minutos en 31 partidos de la temporada, en la que fue titular en 26 duelos, con una media de 7,9 puntos, 2,3 rebotes y 47 por ciento de conversión de tiros de campo. La maipucina, en tanto, jugó once cotejos, todos saliendo desde el banco, aportando 1,3 puntos y 0,6 rebotes en los poco más de siete minutos de acción que vio en promedio en la campaña. Durante la primera quincena de mayo ambas retornarán a Chile y la idea, cuenta el DT, que además de integrarse a los trabajos de la selección puedan sumarse a algún equipo de la Liga Nacional, para que sostengan el ritmo de competencia.

Luce el uniforme de su nuevo equipo de la University Rhode Island. La temporada pasada estuvo en Virginia Commonwealth University.
Valentina OjedaLuce el uniforme de su nuevo equipo de la University Rhode Island. La temporada pasada estuvo en Virginia Commonwealth University.

Desde España, en tanto, Sendy Basáez se agregará a los trabajos tan pronto finalice su experiencia en el ascenso, donde defiende al Fustecma NBF Castelló.

Santander, en todo caso, lamentará la baja de Laia Soler, quien tiene agendado su examen de grado y titulación por los mismos días del torneo continental, con lo que la chileno-española queda descartada, tal como ocurriera para el Sudamericano del año pasado, cuando una lesión en el hombro la dejó fuera de la nómina de 12 jugadoras, a pocos días de iniciar la cita que se realizó en el mismo recinto que albergará a la Americup.

La esperanza del cuerpo técnico es que logre sumarse Morrison, ausente en los últimos grandes eventos de la “Roja”. Algunos ven su reciente fichaje en Escuela Alemana de Paillaco como un paso que la acerca a la Americup, más considerando que reeditará la exitosa dupla interior con Gómez. Sin embargo, el sueño de la pívot de 36 años es clasificar a Chile a un Mundial, y el 3x3 se ha convertido en su prioridad. Luego, si el trío nacional no clasifica a la justa en Ulán Bator a fines de mayo, la apuesta de la Federación presidida por Irán Arcos es convencer a la santiaguina de que se sume a la disciplina del equipo de Santander.

A competir fuera de Chile

Chile, guiado por Santander, viene de ser quinto en el Sudamericano del año pasado. De local, las expectativas eran altas. Sin embargo, el equipo no llegó a cuajar un rendimiento consistente. Tras aquella experiencia y con los resultados puestos, el técnico fue crítico con sus jugadoras, invitándolas a dar el salto al exterior, a probarse con otras exigencias, en ligas más largas y demandantes que la local.

Ha pasado algo más de medio año desde ese campeonato y de las observaciones del seleccionador nacional, quien apuntaba a conseguir que sus deportistas llegaran mejor preparadas a un torneo que, como en Valdivia 2007, puede traer al parqué de Nacional a parte de las mejores exponentes del deporte a nivel global. En este semestre, Santander siente que las basquetbolista chilenas absorbieron el mensaje positivamente.

“Creo que se mejoró en ese aspecto. ‘Gaby’ Ahumada salió a jugar a Costa Rica, Javiera Campos fue a Uruguay y Argentina. Otras han tenido más participación en la Liga Nacional, han convivido con otras jugadoras extranjeras, algunas de las que han llegado forman parte de las selecciones de sus países. Tampoco nos olvidemos que tenemos un grupo muy joven, con jugadoras de 20 a 24 años en su mayoría, para quienes un año más de vida y de básquet es, proporcionalmente, mucho tiempo. Por ahí no es tanto un año más de juego en una jugadora treintañera, pero -para estas jóvenes- un año más es mucho. Así que creo que hemos avanzado”, comenta el DT.

El entrenador de la Selección de Básquetbol Femenino de Chile
Cristián SantanderEl entrenador de la Selección de Básquetbol Femenino de Chile

En todo caso, no se descarta echar mano a la experiencia de Gómez, por ejemplo. Más si se considera que la eventual clasificación mundialista del 3x3 puede mermar las huestes con piezas importantes, como Morrison y Ovalle e, incluso, Ahumada o Retamales.

“Sin duda que todavía no tenemos un caudal de jugadoras que pueda nutrir al 3x3 y al 5x5 por separado. Las jugadoras muy buenas son codiciadas por las dos disciplinas, digamos. Por desgracia, la FIBA confirmó la fecha del Mundial de 3x3 recién a fines de marzo, que se topa con la Americup. Pero ya estamos en tierra derecha, y veremos, cuando llegue el momento, si se clasifica o no para ver con quién contamos”, reflexiona el entrenador.

En ese escenario es que la participación de la puntarenense Gómez se torna relevante. “Está con un tratamiento de plaquetas ahora, por eso no participó del reciente microciclo. De los tres partidos con su equipo, ha jugado dos. Queremos hacer el seguimiento de eso y cómo es su rendimiento en la liga. Eso es lo primero. Y, a partir de ahí, si sigue destacando, como lo hizo el año pasado -en realidad, como lo ha hecho toda la vida-, sigue estando en la consideración. Ojalá pueda estar sana, bien y con ganas, y pueda participar. La verdad que es una jugadora muy importante para un torneo muy importante. Deberíamos darle menos minutos que en el Sudamericano, donde hubo partidos que ha jugado mucho. Sigue estando en carrera, esa es la verdad”, confiesa Santander respecto de la experimentada interior.

Las claves del equipo chileno

El básquetbol, qué duda cabe, tiene en los deportistas más altos un arma clave para el éxito. Por muy de moda que se hayan puesto los lanzadores o el ritmo vertiginoso, la altura siempre es un factor.

Por eso, la presencia de figuras con experiencia como Gómez o Morrison son relevantes. Más cuando pueden aportar parte del roce internacional que algunas de las más jóvenes aún carecen. Por eso, también, Santander instaba a sus seleccionadas en el Sudamericano a probar en el extranjero.

La experimentada jugadora ha priorizado por el 3x3, pero si no fructifica la clasificación al Mundial, podría estar en la Americup.
Ziomara MorrisonLa experimentada jugadora ha priorizado por el 3x3, pero si no fructifica la clasificación al Mundial, podría estar en la Americup.

Para la Americup, además de las dos pívot que estuvieron en Valdivia 2007, cobran relevancia otras piezas.

Por lo pronto, Fernanda Ovalle es el nombre que más rápidamente salta. Con experiencia en Estados Unidos, donde terminó su etapa escolar en Montverde Academy, probablemente una de las principales canteras formativas del baloncesto norteamericano, antes de pasar un año por la poderosa y reputada Xavier. La alera posee un importante poder de fuego, para ayudar a la ofensiva.

Como ella, compañera de generación en el “Team Huasitas” -que prometía catapultar a Chile a la gran escena a nivel juvenil previo a la pandemia-, Valentina Ojeda tiene en este torneo la posibilidad de dar el gran salto. La puntarenense, con 21 años, no estuvo en el Sudamericano, y el torneo continental puede representar su primera aparición en grande, luego de haber emigrado a Estados Unidos siendo apenas una adolescente, para estudiar con beca completa en el reputado colegio en que también estuvo Ovalle.

Entre las dos experimentadas interiores y las dos exteriores, estrellas emergentes, formadas en el famoso establecimiento de la zona de Orlando, Florida, están Catalina Pérez y Bárbara Cousiño, de la Sportiva Italiana y la Universidad de Concepción, respectivamente, quienes representan a la “generación intermedia” y ya se comienzan a acercar a la tercera decena de vida.

Una de las llamadas a estar en el quinteto de inicio de la Americup.
Bárbara Cousiño durante un microcicloUna de las llamadas a estar en el quinteto de inicio de la Americup.

Mientras la escolta -Pérez- viene de sumar títulos con el club de Valparaíso y ha ganado rodaje internacional tanto con la camiseta de las porteñas como con la de la Selección de Chile, Cousiño también cuenta con un paso por la Universidad de Barry, en Florida, y tiene la responsabilidad de ayudar tanto a interiores como exteriores en defensa, pero -sobre todo- aportar con el tiro de distancia, su principal fortaleza. En el Sudamericano, tuvo 8,8 puntos, 5 rebotes y 2,8 asistencias por partido, siendo una de las titulares junto a Pérez, Basáez, Ovalle y Gómez, en un quinteto base que debería mantener buena parte de su fisonomía para la Americup, aunque con la esperanza de que exponga un rendimiento más parejo.

La no dependencia y el juego colectivo

“Tenemos la experiencia de jugar ante nuestra gente. Siempre es lindo, porque tenemos a nuestra familia cerca y a nuestros seres queridos apoyándonos. Pero nuestro principal enfoque está en que hay que ser competitivas. Eso es lo que más se nos pide desde el cuerpo técnico. En cada juego tenemos que ser aguerridas, luchar hasta el último segundo. Eso es lo que hemos estado trabajando todo este tiempo. Creo que este torneo nos permitirá medir la realidad del básquetbol nacional”, ha expresado Cousiño.

Desde la banca, Santander apuesta por la fuerza colectiva. La esperanza es encontrar la consistencia en el plantel.

“No veo hoy una jugadora sobre quien debamos girar, una o dos. Me gustaría no ser tan dependiente de Tatiana como fuimos en el Sudamericano, o -por momentos- de Fernanda Ovalle, y que podamos ser un poco más colectivos”, confiesa el entrenador.

En todo caso, el seleccionador enfatiza que “en eso también hemos mejorado varias cosas. Así que apuntamos a tener el equipo lo más largo posible, y que un día pueda jugar bien una, otro día otra, y que no dependamos de nadie en particular”, redondea Santander.

Con fines de junio marcado en el calendario, y una potencial gira a España como hito anterior clave, la selección femenina chilena de básquetbol se apresta a su desafío más grande en casi dos décadas, con la tarea de volver a poner a la “Roja Sin Mangas” en la lista de rivales con el cual ningún quinteto quiere cruzarse, tal como viene ocurriendo con los varones.