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Ascensor para el cadalso: o lo que hizo el fútbol francés para sufrir la peor crisis de su historia

Brillante a nivel de selección nacional desde la conquista de su primera estrella mundialista en 1998, hoy la Ligue 1 y demás divisiones viven al borde de la quiebra financiera, con pobrísimos rendimientos deportivos y con sus máximos directivos investigados.

La Ligue 1 enfrenta una crisis histórica El fracaso internacional del PSG es una de las señales de la debacle de los clubes galos. La ida al Real Madrid de Mbappé, la mayor figura local, fue el corolario de una temporada funesta.

Un pobre rendimiento deportivo de sus clubes en el contexto continental, baja valorización de su campeonato local y sus derechos televisivos en caída libre: la depresión está encarnada por dos protagónicos arribistas. El cerco se estrecha para Vincent Labrune, expresidente del Olympique de Marsella y presidente de la Liga, y Nasser Al-Kheilafi, presidente del PSG, cuestionados por sus pares, criticados por la opinión pública y (per)seguidos por la justicia francesa.

Al-Kheifali, derechazo y revés

Martes 26 de noviembre 2025, Allianz Arena de Münich. El Paris Saint-Germain pierde contra el Bayern su tercer partido en cinco fechas (1-0), en la nueva fórmula de la Champions League, comprometiendo su pase a la fase siguiente de la competencia reina del Viejo Continente. Lejos de sus estándares, de sus ambiciones. Durante esa olvidable noche de otoño para los parisinos en Baviera, el ‘Munchen Red Pride’ (MRP), una de la hinchada más politizadas de la Bundesliga, lanza nuevamente sus dardos hacía Nasser Al-Kheilafi, el presidente del club visitante.

A mitad del primer tiempo, los lienzos, en inglés y francés, asesinos e inequívocos, aparecen en las cadenas de TV en Mundovisión: “¿Ministro, dueño de club, titular de derechos televisivos, miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA y presidente de la ECA (N. de la R: Asociación de Clubes Europeos, opositor a los últimos proyectos de la UEFA), todo eso a la vez?”. “¿El fútbol, soy yo? Púdrete, plutocrático Al-Kheilafi!”.

El multifacético personaje, ex jugador profesional y profesor de tenis, fue catapultado en gran parte de sus cargos gracias a su amistad con el emir de Qatar, Tamim Ben Hamad Al Thani. Sin experiencia previa, es la cara visible del proyecto qatarí y uno de los mayores símbolos de este nuevo fútbol bling bling, dirigido por terceros, mandatado por fondos de inversiones y otros multimillonarios, alimentado por los petro y gasodólares, y constantemente, al borde del conflicto de interés.

La visita del PSG a Münich movilizó a los hinchas del Bayern a desplegar sus críticas contra 'la invasión catarí'.
Bayern Münich y PSG por la Champions.La visita del PSG a Münich movilizó a los hinchas del Bayern a desplegar sus críticas contra 'la invasión catarí'.

Los hinchas del Bayern, furiosos, no perdonan a sus dirigentes por aceptar el dinero “sucio” de Qatar Airways –parte del imperio catarí y uno de los patrocinadores del Bayern estos últimos años- manchado por un Estado poco escrupuloso frente a los derechos humanos y las sospechas de corrupción generalizada para obtener el Mundial 2022 en sus tierras. Los mismos dirigentes muniqueses, que criticaron ayer en múltiples ocasiones la desregulación deportiva generada por este pozo sin fondo del microestado medio-oriental, se confunden hoy en excusas públicas... La ‘política de la chequera’ como ‘soft power’, los intereses económicos como medio de persuasión: el poder del dinero compra todo, hasta el silencio y la complicidad de sus propios opositores. “Abre la mano, cierra la boca.”

La mano de Sarkozy

La llegada de Qatar en Francia coincidió con el mandato de Nicolas Sarkozy en la Presidencia del país. En junio de 2011, este reconocido hincha del PSG, desesperado por la situación deportiva y económica de “su” club, dirigido por el fondo de inversión norteamericano Colony Capital, contribuyó a que otra entidad de la misma naturaleza financiera, el Qatar Sports Investment (QSI), cubriera la deuda de la institución y se hiciera con el 70% de sus acciones. Para muchos, este “golpe de Estado” es una consecuencia de una reunión secreta, el 23 de noviembre de 2010, en el Palacio del Eliseo, supervisada por Sarkozy, entre Tamim Al Thani, Michel Platini (en ese tiempo presidente de la UEFA) y Sebastien Bazin, presidente del PSG. El encuentro, denunciado por la revista France Football en 2013 -y denominado el Catargate- habría pactado el voto de Platini a favor de la candidatura de Qatar como anfitrión del Mundial 2022 contra la ayuda del estado árabe al PSG a superar su crisis financiera.

Lo que podía aparecer como una bendición para el fútbol francés, contribuyó a hundirlo, si bien el PSG estimuló las arcas fiscales del Estado francés, gracias al drenaje financiero ligado a las tremendas contribuciones impositivas sobre los sueldos millonarios de los jugadores estrellas, la valorización y competitividad del fútbol nacional que sufren del monopolio parisino. Con unos presupuestos dopados y fuera de alcance de los demás clubes, el suspenso es casi nulo.

El PSG, siendo el grandísimo favorito para su propia sucesión a cada inicio de temporada, devaluó el “producto”. Ni siquiera sus contrincantes más poderosos -el Olympique de Marsella, propiedad del millonario estadounidense Franck McCourt; el AS Monaco, su ventaja fiscal, su presidente ruso Dmitri Rybolóvlev y su príncipe Alberto II, y el Olympique Lyonnais, del “gringo” John Textor, igualmente propietario del campeón brasileño y de América Botafogo- estuvieron cerca de medirse de igual a igual contra el “club Estado”.

Nicolas Sarkozy y Al-Khelaifi ríen en la tribuna mientras observan un match del club que los une: el PSG.
Las redes del poder catarí en la Ligue 1Nicolas Sarkozy y Al-Khelaifi ríen en la tribuna mientras observan un match del club que los une: el PSG.

En muy pocas ocasiones, el dinero del PSG benefició directamente a los clubes franceses. Se gastó mucho para conquistar el continente a nivel deportivo y conquistar el mundo a nivel de marketing. “La verdadera razón social del club, desde que lo compraron, es su marca. No es para nada por el fútbol. El fútbol es un producto derivado”, sentencia un ex dirigente. En 2012, dos años después de su llegada a la presidencia del PSG, Nasser era ambicioso. “Nos hemos fijados un objetivo a cinco años para ganar la Champions League”.

Una espera eterna

Catorce años y 10 billones de euros inyectados más tarde, la falta de competitividad de la Ligue 1 afecta el rendimiento continental de Paris. El PSG gana casi todo a nivel local, corre todavía detrás del mayor trofeo continental, pero ganó su Copa de campeones alternativa: una franquicia al modelo NBA, valorizada en 4.2 billones de euros, con niños llevando la camiseta parisina Air Jordan en todos los rincones del mundo.

Si bien la marca PSG es ahora una de la más reconocida del planeta, beneficiándose del prestigio internacional de la ‘Ciudad Luz’ y de la política de estrellas –pasada-, los hinchas parisinos vieron a Beckham, Ibrahimovic, Messi, Neymar, Mbappé, pero tienen todavía que mirar con envidia y de lejos la única ‘Orejona’ francesa en la vitrina de trofeos del enemigo odiado, el Olympique de Marsella.

Y no es el cambio reciente de política deportiva sin ostentación -pero no mucho más austera- lo que debería mejorar el horizonte a corto y mediano plazo... La falta de visión a largo plazo generó ya algunos episodios memorables, de los que destruyeron la credibilidad del imperio medio oriental y que ridiculizaron al club más de una vez: de la ‘remontada’ del Barça en 2017 (un humillante 6-1 en el Nou Camp) a la partida de Mbappé al Real Madrid, en junio de este año, sin que el PSG recibiera alguna indemnización y con el jugador reclamando, además, algunos sueldos y bonos impagos por 55 millones de euros (una traición, según Al-Kheilafi, que generó un lío judicial en proceso).

La guinda de la torta fue la derrota en la final de la Champions League 2020 contra el Bayern Munich, que posiblemente significó el punto de inflexión deportivo. En Lisboa, en un estadio de la Luz en modo Covid, vacío y apagado, el PSG roza su grial, pero pierde por una cabeza. El único tanto del partido lo convierte Kingsley Coman, producto puro de la cantera parisina, exiliado en Alemania por culpa de la política ‘galáctica’ de su club formador.

Kingsley Coman, un jugador nacido en el PSG, marca el gol del Bayern en la final de la Champions contra el club parisino. Será el fin de una era.
El golpe de gracia al PSGKingsley Coman, un jugador nacido en el PSG, marca el gol del Bayern en la final de la Champions contra el club parisino. Será el fin de una era.

Contra viento y marea, Al-Khelaifi sigue al mando. ¿Hasta cuándo? Durante el Mundial catarí pasado, logrando juntar en la final a sus góndolas (Messi y Mbappé), se rumoreó en múltiples ocasiones que Al Thani podía deshacerse del club a mediano plazo, en caso de recibir una oferta considerable, y seguir extendiendo su zona de influencia por otros lados. QSI vendió ya el año pasado 12.5% de sus acciones a un nuevo inversionista norteamericano, Arctos Sports.

Por otro lado, la justicia francesa se interesó últimamente en Al Khelaifi, cuya presencia al club es escasa debido a sus múltiples actividades. Algunos de sus ex empleados lo acusan de distintas prácticas ilegales (explotación laboral, rapto, secuestro, amenazas, torturas) dentro de su ámbito privado. El Catargate sigue también en investigación y sus conclusiones pueden también ser devastadoras.

Labrune, poker face

Sábado 14 de diciembre de 2024. Mientras la Francia del fútbol reelige a Philippe Diallo en la presidencia de su Federación (FFF), el foco mediático se ha puesto más insistente los últimos meses por el lado de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Su presidente, Vincent Labrune, está en el ojo del huracán, con varias publicaciones en su contra.

El presidente de la Liga francesa, un dirigente con una trayectoria sinuosa y objeto de investigación por cuestionables decisiones.
VincentLabruneEl presidente de la Liga francesa, un dirigente con una trayectoria sinuosa y objeto de investigación por cuestionables decisiones.

Unos días antes,L’Equipe, el histórico diario deportivo francés, le dedicó su portada con un evocador artículo titulado “Un agente muy especial.” Dos meses después de publicar otro reportaje (Le Bon, Labrune et Le Truand, un guiño a Le Bon, La Brute et Le Truand/El Bueno, El Malo y El Feo, de Sergio Leone), la revista mensual So Foot rememoró su trabajo en la sombra, mientras aún se encaminaba a la cabeza del fútbol galo. Peor, dio a entender que construyó de forma calculada su elección a la presidencia, multiplicando de 2016 a 2020 consejos sobre nuevas contrataciones y otras sugerencias de reclutamiento a diversos presidentes de clubes profesionales, miembros de la directiva de la Liga, los mismos que contribuyeron a su elección en 2020, para sorpresa general.

Labrune minimizó y se defendió, argumentando su participación como una “ayuda a unos amigos”, cuando la investigación periodística reveló que intervino o interfirió en varias oportunidades, a través de actos prohibidos y reprobables en los estatutos de la Liga para todo miembro independiente de dicha directiva. La LFP es una asociación regida por la ‘Ley 1901’ a cargo de un servicio público, lo que no es muy compatible con algunas actividades individuales con fines de lucro, que es por lo que se le incrimina a Labrune durante ese período.

Reconocido jefe de prensa de canales de televisión y productoras televisivas franceses durante la década del'90 y la del 2000, Labrune hereda de esa época un apodo -Vince Vega– por su corte de pelo similar al pistolero encarnado por John Travolta en la película Pulp Fiction, de Quentin Tarantino.

Si bien Vincent Labrune no es un asesino en serie, su “buena facha, mucha labia” seduce a sus interlocutores, lo que le permitió enriquecer su red de contactos y llegar a conocer a Robert Louis-Dreyfus (‘RLD’), dueño de Adidas y presidente del Olympique de Marsella. Para este hijo de fanático del “OM” -él mismo teniendo como modelo a Bernard Tapie, self-made man controvertido y expresidente del club- su destino estaba predeterminado.

‘RLD’, uno de los pocos pero prestigiosos clientes de la agencia de comunicación de Labrune, le puso el pie en el estribo, pidiéndole ser su consejero, portavoz y enlace dentro de la institución. El ambicioso entró en la caldera provenzal en 2007 como presidente del holding Eric Soccer, que maneja la Sociedad Anónima de Deporte Profesional OM, y contribuyó a desacreditar al presidente de entonces, Pape Diouf, popular ante los hinchas, pero responsable del endeudamiento feroz del momento.

La revista le dedicó un amplio artículo a los cuestionables movimientos del presidente de la liga francesa, Vincent Labrune.
Portada incriminatoria de L'EquipeLa revista le dedicó un amplio artículo a los cuestionables movimientos del presidente de la liga francesa, Vincent Labrune.

A la muerte de Louis-Dreyfus en 2009, Margarita, su viuda, desinteresada por las cosas del fútbol, aseguró la perennidad financiera del club en memoria de su marido y por el amor de sus hijos por el OM. La rusa mantuvo su confianza en Labrune, quien tomó las riendas del club en junio de 2011. El dúo alimentó las fantasías de la opinión pública, que insinuó una relación sentimental, de la que sus detractores se burlaron, bautizándolos “Labrune et la blonde” (N. de la redacción: “La brune et la blonde/la morena y la rubia”). Su figura de jefe del club más popular de Francia le permitió poner un pie en la puerta de la LFP, la liga de fútbol profesional, unos meses después, iniciando su ascensión en la instancia.

Hasta Bielsa cayó en la red

En el Marsella, se supone que Labrune debía asegurar una transición corta hasta la venta del club. Encabezaría finalmente el OM durante 5 años –siendo uno de los presidentes más longevos de la historia del club-. El equipo no logró llegar a la cima del fútbol local, cuando recién empezaba la hegemonía parisina. Para su crédito durante este período quedarían los movimientos de pases de jóvenes promesas, que generaron una plusvalía a la reventa, y la contratación de Marcelo Bielsa como técnico, visto como el inicio de un proyecto deportivo muy ambicioso.

La realidad fue distinta. Los hinchas focenses disfrutaron solamente los seis primeros meses del argentino, el OM dominando al PSG en la tabla de posiciones antes de caer en el segundo semestre fuera de la zona de clasificación a la Champions League. El mismo Bielsa renunció después de la derrota inaugural, de local, al inicio de su segunda temporada, por promesas no cumplidas de Labrune y del directorio. La situación económica del club no mejoró mucho, lo que tendría consecuencias con el plantel y los resultados.

Cuando abandonó sus funciones en 2016, ya que el proceso de compra del club por Frank Mc Court estaba en marcha, dejó el club decimotercero en la Ligue 1 y con 47 millones de euros de deuda, sin tomar en cuenta los traspasos de jugadores. La prensa local lo califica como el “peor presidente de la historia”. La Provence ilustra sus dichos con la tentativa de Labrune de contratar como jefe de seguridad del club al policía que lo interrogó en el marco de una investigación sobre los pases supuestamente dudosos en el OM. Uno de sus ex entrenadores, Michel, ex miembro de la mítica ‘Quinta del Buitre’ del Real Madrid, lo trató de “incompetente” y de “estar acostumbrado a estar metido en actividades turbias”, y Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon y pez gordo del futbol galo, lo menospreció hasta calificarlo de ‘payaso’.

El actual seleccionador de Uruguay y ex DT de Chile también conoció de cerca cómo se conduce Vincent Labrune.
Marcelo Bielsa cayó en la red de LabruneEl actual seleccionador de Uruguay y ex DT de Chile también conoció de cerca cómo se conduce Vincent Labrune.

Fuera del Marsella, Labrune no abandonó sus prerrogativas en el fútbol y fue elegido nuevamente en la Liga el mismo año 2016, esta vez como miembro independiente. Su travesía por el desierto no fue nada más que una simple caminata en la sombra, ya que volvió a sus amores audiovisuales y difundió discretamente sus consejos a los excolegas de los clubes profesionales más modestos (Nantes, Saint Etienne, Amiens, Lorient...). Consejos que son más que consejos y que él mismo recibió de la misma persona durante su época marsellesa: el agente de jugadores Meissa N’diaye, con quien creó en esa época tres empresas distintas (que hoy Labrune ya abandonó).

‘Vince’ posicionó sus piezas. Este apasionado del póker no mostraba su juego todavía. Michel Denisot, experiodista de Canal+ y extimonel del PSG, figuraba como favorito en la elección del presidente de la LFP 2020. Labrune, llevado a la candidatura por sus “amigos”, sorprendió a la asamblea y se llevó el botín in extremis. ‘VLB’ ganó su ticket en la corte de los grandes, y pudo empezar su cortejo insistente con ‘Nasser’.

Asunto de Estado

12 de septiembre de 2024. Los senadores Laurent Lafon y su colega Michel Savin no tienen la pinta de Vince Vega o de Vincent Labrune. En un punto de prensa organizado para informar de los avances de sus investigaciones, iniciadas en abril pasado, sobre la llegada de los fondos de inversiones en el fútbol francés en general, y de CVC Capital Partners en la Liga francesa (LFP) en particular, el tándem no obstante tuvo las mismas facilidades para disparar a quemarropa. “Las cifras de comercialización de los derechos televisivos estas últimas semanas se acercan más al campeonato esloveno que a la Premier League.”

El colmo, sabiendo que CVC, que adquirió en 2022 una participación de por vida (!!!) de 13% en LFP Media, la sociedad comercial de ‘la Ligue’, por 1,5 billón de euros, entró en el capital de la LFP para ayudarla a conseguir el mejor contrato televisivo posible. El presidente de la comisión senatorial de la cultura, de la educación, de la comunicación y del deporte, concluye, menos sarcástico y más alarmante: “En promedio, para los clubes de L1, es una baja de 50% de sus ganancias”.

El 1 de agosto pasado, y después de una primera licitación fallida un año antes, DAZN, plataforma británica de streaming, y beIN Sports adquirieron los derechos televisivos de la Ligue 1 2025/2029 a solamente dos semanas del inicio de la temporada 2024/25, y después de meses tragicómicos de negociaciones erráticas y búsqueda desesperada para salvar el futbol francés. ¿El monto? 500 millones de euros.

Para Labrune, quien prometió el billón antes de revisar una primera vez sus ambiciones a la baja (700M), fue una nueva derrota que trató de minimizar. “Nunca he pedido 1 billón! Entre la comunicación y la negociación, hay un margen! Es por eso que ustedes son periodistas y nosotros hacemos las negociaciones”, confesó a So Foot a pocos días de su reelección a la presidencia de la LFP. El ‘negociador’ consiguió mitad menos. El margen es abismal.

El bochorno de la televisión

Desde 2020 y la pandemia de Covid-19, el mundo del fútbol vivió un tsunami económico sin precedentes. El fútbol francés no estuvo exento, bien por el contrario. Cuando la crisis sanitaria explotó en todo el planeta, la Ligue 1 francesa fue el único de los 5 principales campeonatos europeos en bajar la cortina de forma anticipada. Parada desde el 8 de marzo de ese año, fue definitivamente suspendida a finales de abril y sus resultados provisorios ratificados. Una decisión que tuvo graves consecuencias, entre otras, relacionadas a los derechos televisivos: Canal+ y beIN Sports se quedaron sin partidos para sus suscriptores/telespectadores durante 3 meses.

Los derechos de televisión de la Ligue 1 penden de un hilo por el alto costo y la no muy buena recepción de los abonados.
TV y Ligue1, un acuerdo complejoLos derechos de televisión de la Ligue 1 penden de un hilo por el alto costo y la no muy buena recepción de los abonados.

Mediapro, que adquirió dichos derechos televisivos en 2018 para el período 2020-24, no miró la situación con preocupación, sino que con escalofríos. El grupo audiovisual chino-español había acabado de volcar la mesa, gastando sorprendentemente 1.153 millones de euros por un producto que 4 años antes se había comprado en 748 millones, un monto para muchos especialistas ya estaba sobrevaluado desde que Canal+, el histórico canal que lanzó el fútbol en la pantalla chica francesa, en 1984, no siguió en posición monopólica desde el final del siglo 20.

Jean-Michel Aulas, todavía presidente del Lyon y uno de los peces gordos del fútbol galo, se regodeó, visionario: “Redujimos la diferencia con nuestros competidores europeos. En Lyon, vamos a poder tomar más riesgos con la parte ‘jugadores’. Es un día bendito para el fútbol profesional francés”, dijo.

Cuatro meses después del inicio, Telefoot, el canal de Mediapro, bajó la cortina, en diciembre de 2020. Solo respetó su primer compromiso de pago (por 64 millones de euros), y la ilusión de los que confiaron ciegamente en los españoles se terminó tan rápida y dolorosamente como un cierre de puerta en la cara.

“Mañana, si tu jefe te dice que, en dos años, tu sueldo se va a duplicar, cuando vuelves a casa, abres una botella de champaña con tu esposa!”, trató de justificar el “proletario” Laurent Nicollin, presidente del Montpellier y amigo de Labrune. “No hay ningún presidente que expresara dudas en ese momento. Si alguien afirma lo contrario, es un gran mentiroso!”.

El salvataje de la Ligue 1

Vincent Labrune, quien en septiembre fue reelegido presidente de la LFP, hace frente a las necesidades más urgentes. Se contentó con una indemnización de 100 millones de euros del operador televisivo saliente, compensación que estuvo lejos de ser suficiente, pues contrató un préstamo estatal de 112 millones de euros para salvar los clubes que estaban con asistencia respiratoria. Canal+, anterior operador, y Amazon, recuperaron al bebé por 680 millones de euros para terminar esa temporada y hasta 2024.

“Esta crisis fue la peor que hemos atravesado”, confía un presidente de club. ”En los países vecinos, todos perdieron muchísimo dinero, por culpa del Covid-19 y de los partidos sin público, pero no tuvieron que parar el campeonato, tampoco la falta del operador que se retiró. Sí, recibieron una puñalada, pero en Francia, recibimos tres!”.

Los vecinos mencionados (España, Alemania, Italia) recibieron por sus derechos televisivos más de 1 billón de euros, la Premier League inglesa estando fuera de alcance, bordeó los 4 billones, entre derechos domésticos e internacionales.

La Ligue 1 quedó a años luz de los montos del fútbol inglés y los montos por los derechos de televisión son un ejemplo notorio.
Premier League y la TV: un contrato inigualableLa Ligue 1 quedó a años luz de los montos del fútbol inglés y los montos por los derechos de televisión son un ejemplo notorio.

Las consecuencias han sido desastrosas, con clubes endeudados y un probable efecto dominó global. “Hay 12 o 13 años de ahorros que van a desaparecer en un chasquido de dedos”, precisa Nicollin.

“Hay también un modelo de solidaridad que consiste en que el fútbol profesional financia gran parte del deporte amateur francés. Y no solamente el fútbol, TODO el deporte amateur!”, reveló el diputado Cédric Roussel.

Después de haberse beneficiado de los primeros cheques de CVC, los clubes de Ligue 1 tendrán que hacer ahorros (se habla para muchos de 30 millones de euros durante 5 años), vender sus –contados– jugadores de valor para equilibrar sus cuentas, favoreciendo una Primera División a dos velocidades -un campeonato de los -pocos- ricos, y un campeonato de los pobres-, aumentando las diferencias y la equidad deportiva.

La repartición es tan absurda que los clubes de la Segunda División (L2) no tienen un gran interés en ascender en la elite, ya que no ganarían más plata, y tendrían gastos de explotación y salariales mucho más elevados que asumir. O sea, ninguna esperanza de lucrar y la certidumbre de perder bastante.

En la era de los videojuegos, redes sociales y pirateo masivo, DAZN empezó su aventura con el pie izquierdo, entre improvisación y tanteos: un abono que cuesta 39 euros –monto prohibitivo que pasa rápidamente a 19 y 29, según el plan- y un objetivo de 1.5 millón de suscriptores. Si esta meta no se cumple en dos años, DAZN puede activar una cláusula de salida, que recuerda las pesadillas del pasado reciente.

Cuatro meses después de su lanzamiento, si bien las cifras no son publicadas, DAZN habría llegado solamente al tercio de su meta... Antes que el operador retire el premio, Labrune corrió detrás de los GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) y manifestó la hipótesis de la creación de un canal de fútbol 100% Ligue 1 producido por la misma liga. El proyecto, sin embargo, fue rápidamente abandonado por la necesidad de recuperar dinero a corto plazo y no depender totalmente de la cantidad de abonados, pero podría surgir nuevamente si DAZN abandona el barco de forma precipitada…

En octubre, Jean-Pierre Rivere, presidente del club de Nice y representante de los presidentes en el consejo de administración de la LFP, trató de justificar la llegada de la plataforma de streaming DAZN. “O eran 400 millones, o era empezar con menos 25 millones, que son los gastos de producción para echar a andar el canal de la Ligue. Para ayudar a DAZN, tenemos que modificar el producto. Un técnico dijo un día que negaría el acceso de las cámaras en su camarín. Le respondí que entrarán porque son ellos que les pagan a todos!”.

Lejos del Big 4

De tener a Messi, Neymar y Mbappé, la Ligue 1 quiere ahora vender la ‘Farmer’s League’ -como la llaman sus detractores- y el acceso a la intimidad de Brest, Reims o Le Havre. Hemos conocidos argumentos más impactantes.

Messi y Mbappé, el tándem soñado por el fútbol mundial lo tuvo el club parisino. Pero ni con ellos cumplió la gran meta de la Champions.
La dupla de oro en el PSGMessi y Mbappé, el tándem soñado por el fútbol mundial lo tuvo el club parisino. Pero ni con ellos cumplió la gran meta de la Champions.

A pocos meses del final de su mandato, en marzo de este año, en una carrera frenética por generar ingresos y compensar su derrota, Labrune logró hacer entrar a McDonald’s como sponsor principal del campeonato elite, por 3 años y a partir de julio, y sigue con la ‘positive attitude’. “Cuando el entusiasmo por la Ligue 1 nunca ha sido tan fuerte, con asistencias récord, recibir una marca internacional como McDonald’s en la casa del fútbol profesional francés constituye una señal muy fuerte del atractivo de la Ligue 1.” Y no importa si dicha marca es un símbolo de la comida chatarra. Un cheque de 100 millones de euros en tiempo de crisis es siempre bienvenido.

Muchos errores, chanchullos entre amigos y ceguera de la gran mayoría de sus actores hundieron el fútbol francés. A nivel deportivo, los clubes franceses se alejan del ‘Big 4’ (Premier League inglesa, Liga española, Calcio italiano, Bundesliga alemana), y están más cerca del sexto lugar, ocupado por los holandeses, que del quinto.

El fracaso europeo del PSG es el símbolo de un fútbol francés en retroceso, que peleaba hace 30 años por los primeros puestos continentales (el Olympique de Marsella y su Champions League 1993, el Paris Saint Germain y su Recopa de Europa 1996). Esta caída coincide con la entrada en vigencia de la Ley Bosman, a finales de 1995, facilitando la libre circulación de los jugadores dentro de la Unión Europea, y favoreciendo a los cuatro principales campeonatos del Viejo Continente, que saquean todos los años la formación francesa, un modelo mundial.

Pero el episodio Mediapro, que sedujo a la casi totalidad de los miembros de la Liga francesa, las ilusiones de un financiamiento del egoísta Qatar, la reelección de Labrune y sus delirios de grandeza para la LFP, después del fiasco de los derechos televisivos, son pruebas suficientes del amateurismo de los representantes del fútbol galo.