Un preámbulo necesario luego del epílogo de la Liga Profesional trasandina, que consagró a Vélez Sarsfield. Un año en el que los jugadores nacionales estuvieron en la discusión de los primeros lugares. Por casi un lustro, Paulo Díaz (30) fue una referencia en la zaga de River Plate. En la campaña que concluyó hubo tres nombres que mostraron los dientes a partir de su regularidad. En Huracán, que peleó el título con Vélez, resaltaron Williams Alarcón (24) y Rodrigo Echeverría (29). En Independiente irrumpió Felipe Loyola (24).
Bruno Barticciotto (23), con sus siete goles, ganó espacio en Talleres de Córdoba, que también batalló hasta el epílogo. Javier Altamirano (25) iba en alza en Estudiantes de la Plata cuando que se desplomó ante Boca Juniors el 17 de marzo. Un momento dramático, en elque estuvo al borde la muerte. El 10 de noviembre retornó frente a Central Córdoba de Santiago del Estero, en una de las mejores noticias que dio el año futbolero. Los diagnósticos presagiaban que era difícil que volviera. El zurdo dio la pelea.
En la hora del balance, el juicio de reputados periodistas trasandinos evalúa a los jugadores locales en su dura competencia.
Felipe Loyola se lleva las loas de Jorge Barraza, exredactor de El Gráfico, exdirector de la revista de la Conmebol y actual columnista en diarios de Ecuador, Colombia y Bolivia. Barraza sigue a Independiente hace más de 50 años. Su mirada sobre el ex Huachipato es excelente.
“Loyola tuvo una adaptación rarísima, sobre todo para un jugador extranjero. Desde el primer día fue figura y la gente lo adoptó. La gente lo quiere, a él le gusta el club, juega en cualquier posición. Es impresionante su estado físico, corre sin parar 95 minutos y tiene buen dominio de pelota. Vino como lateral derecho para reemplazar a Isla, pero a partir de sus condiciones técnicas pasó al mediocampo. Ahí soltó las alas. En Independiente puede ser ídolo, pero para eso hay que permanecer en los clubes. Está en una edad buena, en un equipo en crecimiento”, analiza Barraza.
Distinto es el caso de Paulo Díaz. Diego Borinsky, exredactor de El Gráfico y comentarista en Cadena 3, repasa la temporada del zaguero millonario. “Fue un año muy largo, porque se jugó la Copa de la Liga y el torneo todos contra todos. Paulo Díaz bajó unos puntos con relación al nivel que traía. Estuvo cerca de ir a Arabia, pero River hizo un gran esfuerzo por dejarlo. En el hincha empezó a haber dudas. Algunos decían que se tenía que ir, porque desde que llegó River no ganó nada internacional. No fue un desastre, pero si ahora le preguntás a la gente, te dicen que ya cumplió un ciclo. Viajar mucho a la Selección, con un calendario apretado, también complica”, explica el autor de los libros “Gallardo eterno” y “Gallardo recargado”.
Claudio Mauri, periodista de La Nación, refrenda los comentarios sobre Paulo Díaz: “Tuvo la virtud de tener una muy buena temporada pasada (2023) para firmar el mejor contrato del plantel. Ahora no está a la altura de ese premio económico. Fue más irregular su año. River perdió con Talleres por confiarse en un control de Paulo, algo muy habitual en él. Si River le ganaba a Talleres peleaba por el título en lugar de los cordobeses. Su titularidad no está cuestionada. En los dos partidos más importantes del semestre, en las semifinales ante Atlético Mineiro, con Pezzella, no dio seguridad para controlar a Dyverson y Hulk. El hincha ya no lo ovaciona como tiempo atrás. Siempre está latente la posibilidad de una transferencia si llega una buena oferta”.
Los destacados de Huracán
En Huracán, el brillo de Williams Alarcón y Rodrigo Echeverría es indudable. Waldemar Iglesias, periodista de La Nación y ex redactor de Clarín, sigue por décadas al Globito. Conoce su idiosincrasia y por eso pone a los dos volantes nacionales en un sitial de privilegio en el club de Parque Patricios. “Ambos van a quedar en la historia de Huracán. Como jugadores fueron importantes desde lo futbolístico, pero dieron un mensaje. Echeverría, después de una convocatoria, llegó a la puerta de La Quemita (lugar de entrenamiento), y el portero le dijo que era muy temprano. Rodrigo le comentó que ‘tenía ganas de entrenar un poco’. Con todo lo que había vivido, el tipo llegó a entrenar. Los dos fueron imprescindibles”, explica Iglesias.
Su juicio sobre los chilenos es potente: “Willie Alarcón fue el jugador de más jerarquía de Huracán y Echeverría el más eficaz, porque jugó en un montón de puestos y en todos jugó bien. Tuvo una actitud que contagió. Los jugadores te decían que cuando lo veían entrenar no podían ser menos. Los dos forjaron un sentido de la épica, del profesionalismo. El mensaje fue ‘no estamos de joda acá, venimos a jugar y para ser campeones’. Huracán jugó las semifinales de la Copa Argentina y peleó el título hasta la fecha final del campeonato, con un plantel que, al compararse con los grandes, uno dice que no le da el cuero por ningún caso. Y le dio el cuero, por estos tipos”.
En el recorrido de Alarcón, Iglesias habla de un hito. El triunfo sobre San Lorenzo como visitante. “Alarcón hizo un gol, que fue una belleza y el festejo fue una belleza. Entendió lo que era Huracán: les hizo el Topo Gigio en el estadio de ellos, en el clásico. Un golazo de tiro libre. En ese momento, en el festejo de Willie y Eche, creo que nació este Huracán. El mensaje fue esto va en serio. Fueron dos fenómenos. Ojalá vayan al Mundial, porque se lo merecen”, lanza el redactor argentino.
Desde lo táctico, Claudio Mauri, jurado por Argentina en el The Best de la FIFA, analiza a los volantes de Huracán: “Echeverría y Alarcón jugaron de interiores en un muy buen mediocampo, donde Fattori (Federico) es el volante central, el más posicional. Los dos le dieron mucho ida y vuelta al juego. Alarcón destacó por la pegada y los tiros libres. Por despliegue y condiciones, fueron muy importantes para Huracán. Dinamizaron el juego. Fueron de los mejores mediocampos del fútbol argentino”.
Gary Medel no pudo en Boca
En la vereda opuesta está el retorno de Gary Medel (37) a Boca Juniors. Con Diego Martínez en la banca tuvo más opciones.
El arribo de Fernando Gago sentenció su segundo ciclo en La Bombonera. “Medel jugó poco, y lo poco que jugó anduvo mal. Gago es muy riguroso con la balanza. El que no da el peso, no juega. Entró en un partido con Lanús, en el fondo, y Boca perdió. Fue un segundo paso intrascendente”, explica Diego Borinsky.
A juicio del autor de las entrevistas “100x100”, la presencia de Williams Alarcón y Rodrigo Echeverría “generó una grata sorpresa, porque eran jugadores de los que no se conocía mucho. A Echeverría lo vimos en la Copa América, con esos dos tiros que le sacó el “Dibu” Martínez. Hay trascendidos fuertes de que lo quieren River y Boca. Alarcón metió dos goles de tiro libre, algo muy difícil en Argentina, porque los árbitros no cumplen con la distancia de la barrera. El del clásico contra San Lorenzo fue muy importante”.
- ¿Cómo evalúa a Felipe Loyola?
Una sorpresa total en Independiente. Nadie lo tenía. Una revelación, metió goles, fue de los mejores de un club que está en reconstrucción institucional y en el equipo. Con Julio Vaccari clasificaron a la Copa Sudamericana.
El repaso concluye con César Pérez (22, Defensa y Justicia), Matías Marín (25, Belgrano) e Iván Morales (25) en Sarmiento, quien disputó 30 partidos y anotó tres goles en el semestre final. Un dato con el exariete de Colo Colo: exhibió una figura mucho más ceñida de la que mostraba en los albos.
En el caso de los nacionalizados, Gabriel Arias (37) fue campeón de la Copa Sudamericana con Racing y lideró al equipo de Gustavo Costas. Matías Catalán (32) se lesionó de gravedad y Talleres lo sintió. En la T de Córdoba, Ulises Ortegoza (27) también destacó por su regularidad.