El viernes fue un día de terror para Santiago Morning. Por la mañana se conocieron los fundamentos del castigo que recibió de parte del Tribunal de Penalidades de la ANFP debido a la presencia de Esteban Paredes en la banca en los partidos contra Magallanes y Cobreloa. Pasó que el ex goleador dio instrucciones y estuvo de pie a la orilla del campo en ambos duelos, los triunfos 3-0 obtenidos se transformaron en derrotas por 3-0. Seis puntos menos. Por la tarde vino la guillotina: desde Zurich el TAS rechazaba un recurso puesto en marzo por los dirigentes del Chago para la anulación del castigo de nueve puntos menos impuesto por el Tribunal de Penalidades por el pago atrasado de cotizaciones previsionales correspondientes a octubre y noviembre del 2024.

Como ya se sabe, Santiago Morning descendió a Segunda Profesional al acumular 20 puntos a falta de una fecha. En la cancha este torneo logró 35, estaría salvado, pero una imprudencia como la de Paredes, nada tan grave, y un desajuste contable del año pasado hicieron que perdiera la categoría condenándolo, el término es ajustado a la realidad, al infierno de la Segunda Profesional.

Hace un año desde las ciencias sociales se introdujo la palabra “normalizar” para definir, por ejemplo, toda conducta negativa que con el tiempo se hace común en la sociedad y, pese a sus consecuencias nefastas, la gente la termina aceptando. La “normaliza”. En el fútbol chileno se “normalizó” definir campeonatos y descensos en el Tribunal de Penalidades.

Veamos una lista:

- Melipilla el 2021 lo mandaron al Ascenso por un “pagos en negro” de dos jugadores en la temporada anterior. Beneficiados: Huachipato y Universidad de Chile.

- El 2021 en la B, San Marcos de Arica fue despojado de 23 puntos, descendió obviamente, por la mala inscripción del jugador Zedrick Vega. Beneficiado: Barnechea.

- El 2022 en el Ascenso, Melipilla cayó a Segunda Profesional por los famosos “pagos en negro” del 2020, se le restaron seis puntos el 2022. Es decir, lo descendieron de Primera el 2021 y le restaron seis puntos el 2022 y volvió a descender. Beneficiado: Deportes Recoleta.

- En el Ascenso 2024, Barnechea fue sancionado con 45 puntos por no cumplir con sus “obligaciones tributarias”, beneficiando a San Felipe y Curicó.

Con el descenso de Santiago Morning el 2025, el beneficiado, tal como el 2024, es Unión San Felipe, el que, parece, hizo del reglamento su principal argumento, ya que invertir en un equipo competitivo no está en los planes. (Eso que no me metí en los torneos de la Segunda Profesional donde la resta de puntos sanguinaria es tan habitual que la lista me come el texto completo).

Normalizado, habitual, contraproducente. Hay un problema estructural acá: se entiende que faltas cometidas en la cancha (dopaje, jugadores mal inscritos, soborno, no presentación), se castiguen en la cancha, es decir, puntos. Pero los problemas contables o tributarios no pueden sancionarse vulnerando lo deportivo. Van contra la esencia de la actividad. Hay decenas de herramientas más lógicas y menos dañinas, como las multas, los descuentos en los dineros de la televisión (como hace la Conmebol) o el castigo a los dirigentes.

El Tribunal de Penalidades se ha transformado en un ente con un peso desmesurado en las definiciones deportivas del fútbol chileno. ¿Cómo es posible que un club pierda la categoría porque el año anterior no pagó a tiempo dos meses de cotizaciones a los jugadores? Una contradicción enorme. Pese a lo evidente de lo antes expuesto, parece que todos están muy cómodos con el sistema. Más rentable sale tener un buen abogado que un nueve goleador en el fútbol chileno.

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