- “Alarcón sí está a la altura de Boca(...) Tiene que estar preparado, no puede dormirse, porque tiene buena pegada, tiene pelota parada, tiene remate de distancia, tiene buen pase, tiene buenos relevos, defensivamente es muy prolijo”.
- “A mí me gusta ver a Paulo Díaz. Para mí el dio el salto de calidad. Pero si yo tengo que elegir a uno, ése es Loyola”.
- “Leí por ahí que Gareca dijo que él había llegado al proceso ya en marcha. Pero la diferencia que tiene un entrenador de selección con uno de club, es que cuando llega a un proceso, puede elegir”.
Cristian Traverso (52) no rehúye ningún nombre. Opina de cada apellido que se le lance a la mesa. Con respeto y consideración, pero con una absoluta convicción en sus palabras.
El ex defensa de Universidad de Chile y Boca Juniors pasó por el presente de los jugadores chilenos en Argentina demostrando conocimiento de causa. Se detuvo especialmente en Williams Alarcón y Carlos Palacios, era que no, pero también se dio tiempo para analizar el complejo momento de Gonzalo Tapia.
Párrafo aparte para su mirada de Ricardo Gareca en la Selección. A Traverso no le agradó que el entrenador se justificara por haber llegado a un proceso que ya se había iniciado, más allá de reconocer que el jugador chileno no es alguien fácil de dirigir.
-De los jugadores chilenos en Argentina, ¿alguno que te llene la vista?
A mí me gusta ver a Paulo Díaz. Para mí el dio el salto de calidad. Es un central de Selección que le aporta al fútbol argentino. (Felipe) Loyola es otro que aporta. Por el torneo que hizo el año pasado debe estar entre los mejores volantes del futbol argentino. A Altamirano lo vimos muy poco, porque tuvo aquel episodio feo y ahora en la U debiera retomar el nivel. Y estoy esperando por (Williams) Alarcón. No es fácil cambiar de Huracán a Boca Juniors. Pero Alarcón también tiene cosas que pueden aportarle a Boca. Pero estos son chicos de Selección, cuando vos tenés estos jugadores, es difícil que no funcionen, es cuestión de darles tiempo y adaptación. Si yo tengo que elegir a uno, ése es Loyola.
-¿Tienes alguna lectura de por qué a Gonzalo Tapia le está costando tanto en el fútbol argentino?
Primero yo me preguntaría por qué Tapia llegó a River Plate. Esa una buena pregunta que habría que contestarse. ¿Tapia llegó porque terminaba contrato, porque no tuvo ofertas de ningún lado, porque quería irse de Católica? ¿Si era titular en Católica, por qué no le renovaron? No culpó a Tapia de todo, porque capaz qué le dijeron los que lo aconsejan. ‘Mirá, acá en Católica ya tocaste techo, sos un jugador de la Selección, vamos por el otro paso’. A veces falta la campaña consagratoria en tu propio equipo. Tener otro gran año para después decir ’ché, no es para River, es para otro tipo de club’. Fue una oportunidad de negocio, y Tapia no deja de ser un chico joven, es interesante. En River quieren ver si puede dar lo que les dio Solari, aunque son dos jugadores diferentes a mi modo de ver. Ojo que Solari llegó, le fue bien y después se planchó, como les pasa a casi todos. Entonces yo creo que hay que darle tiempo. Lo que digo es porque River no fue a pagar un Marcelo Salas, ¿entendés?

-¿Crees que alcanzarán los tiempos para esperarlo?
Ya lo dijo Gallardo en alguna otra oportunidad, hay que ver si hay jugadores que aguanten la presión de River. A mí el tema del hincha termo no me gusta. Quiero que siempre le vaya bien a la gente donde yo estuve, y conozco un montón de amigos chilenos y quiero que a Tapia le vaya bien, más allá de las chicanas futboleras con los de Boca. Si viene un chico, porque a mí también me tocó ir afuera, que le puede abrir puertas a los demás, ojalá que le vaya bien. Y se ve que él es un chico educado, prolijito, que no tiene otro rollo, como dicen en Chile. Pero bueno, le va a costar también, este River tampoco lo ayuda. Vos fijate que (Miguel) Borja está siendo cuestionado o están en revisión los demás que llegaron, hay que adaptarse al trabajo de Gallardo, a trabajar en River día a día. Porque si bien la prensa no es tan fuerte como es la de Boca, no significa que no haya esa presión diaria de querer jugar, de querer demostrar. Si fue figura en Católica, debe preguntarse ‘¿cómo no puedo pelear por esto?’ Se le va a dar en un momento, se le va a dar, porque también es un jugador interesante, aparte que River no tiene jugadores de esas características, tiene que encontrar lugar.
Los casos de Alarcón y Palacios
-Tu que jugaste en Boca, ¿qué le falta a Alarcón?
Alarcón llego en un momento de adaptación general en la que el técnico (Fernando Gago) tampoco estaba encontrando un espacio para estar centrado y tranquilo. Y en este formato de Gago, que metió cambios todos los partidos, no le dio seguridad a ninguno. Cuando llegás a Boca, necesitás alguien que te dé seguridad y el técnico es el encargado de eso, como también de darle funcionamiento del equipo. El día a día de Boca ya no se hace fácil. Pero Alarcón sí está a la altura, yo lo destaqué mucho porque hace un trabajo silencioso, relevos, se lleva bien con el 5... Y también tuvo mala leche, porque si hubiese estado Delgado de 5, te puedo asegurar que Alarcón juega de taquito con él. Pero el chileno estuvo con Belmonte, con Miramón, con Camilo Rey y siempre le cambiaron al compañero. Se destacó en Huracán y se va a destacar en algún momento en Boca, pero bueno, tiene que esperar a que el equipo de Gago se asiente y que llegue de nuevo su momento. Pero tiene que estar preparado, no puede dormirse, porque tiene buena pegada, tiene pelota parada, tiene remate de distancia, tiene buen pase, tiene buenos relevos, defensivamente es muy prolijo, y en ofensiva, si bien no es un tipo que se va a sacar a dos de encima, sabe cómo entregar la pelota al compañero. Está, además, jugando en una posición que a lo mejor no lo tiene tan cómodo, que es más de interno, más adelantado; a veces jugar de espalda o de costado es diferente a cómo lo hizo en Huracán. Pero bueno, se va a tener que adaptar, porque está en Boca y si no lo hacés rápido, te limpian.
-Hay una frase histórica de Guillermo Barros Schelotto que hay que ser jugador de Boca las 24 horas. ¿A Carlos Palacios le está faltando entender eso cuando aparece en medio de la barra de Colo Colo o llegando tarde a un entrenamiento?
A mí no me molesta el tema de la barra. Lo que me molesta es que falte a entrenar, porque uno es profesional. Si salís,¡cómo no van a salir si tienen 22, 24 años!, al otro día llegás a entrenar a la hora. ¿Te fuiste a Chile? Pasa que nosotros, los bolitas, cometemos ese error: nos dan dos días libre y buscamos el tercero; nos dan tres días libre y buscamos el cuarto... Entonces siempre colgando ahí, del estribo. Y cuando vos viajás a tu país, la verdad es que debés hacerlo bien, porque Boca tiene una caja de resonancia tremenda. Él, capaz que en Colo Colo tuvo episodios similares, porque hubo temas personales que fueron verídicos. Pero acá todavía no se sabe por qué se demoró en volver. Lo que sé es que le creó un quilombo al técnico.
-¿En qué sentido le generó problemas a Gago?
Porque si el técnico fuera permisivo, y a otros le dio libertad y no pasó nada, uno se pregunta: ¿por qué a mí no me la da? Si vos decís: ’Mirá, yo me quiero quedar en Chile porque es el cumpleaños de mi vieja, de mi hermana, de quien fuere. Dame la chance. Vuelvo el lunes a la tarde’. Capaz que te dicen que sí o que no, pero vos ya sabés con qué regla vas a jugar. Palacios le creó un quilombo a Gago porque ahora el entrenador tiene que preguntarse qué hace: ¿lo limpio como a Cavani por los diez o por los dos minutos que llegó tarde a la charla técnica, o no hago nada porque lo necesito en el equipo? Quizás una decisión que tome Gago es perjudicial para el grupo, para él mismo o incluso para el pibe que queda marcado con la gente. Ni hablo del tema económico, no cabe eso, porque no le va a influir. Entonces hay que ser muy cuidadoso. ¿Y dónde parte el cuidado? En preguntar: ‘Carlitos, ya sabemos de tus antecedentes. ¿Te vas dos días a Chile? Mostrame el pasaje. ¿Tenés pasaje para el domingo en la noche? ‘No, saqué para el lunes temprano’. Cambialo, volvé el domingo a la noche. Tenés sábado y domingo. Todo el día con tu familia. Y te volvés tranquilo. Porque no quiero noticia. Boca no hacía noticia durante dos o tres semanas, hasta lo de Palacios...

-¿Y crees que el técnico tiene que estar metido hasta en esos detalles?
Sí, sí, sí... Porque el pibe tiene antecedentes. Es una cuestión de formación, él ya es así. El pibe se le fue de la concentración a Gareca. No sé si fue por aquel temita del sobrino o por algún otro, pero al otro día estaba viendo a Colo Colo, que había ido a jugar a otra región. A mí no me molesta que vaya a la barra, porque de última lo va a hacer estando en Boca. Lo que quiero es que vuelva y entrene. Si ir a Chile le hizo bien para su cabeza, para su ánimo, porque uno siempre quiere volver a su país, porque tus amigos te quieren preguntar cómo es Boca, cómo es Argentina, cómo es el fútbol argentino, está bien. Pero bueno, sabe que se extendió, todavía no me queda claro por qué, si perdió el avión o algunos dicen que chocó, otros dicen que no, que no hay foto, que no hay nada. Pero bueno, en definitiva lo mete en un quilombo a Gago, o en una solución. Capaz que le sirva para armar el equipo, porque vuelve Ander Herrera y no puede sacar a Zenón entonces. Pero Palacios se pegó un tiro en el pie, porque el pibe juega bien. Va a tener que corregir esas cosas porque acá él tiene que entender que todo lo que haga en Argentina, lo que genera en Boca, se vende mucho más que en cualquier parte.
-¿Y en lo futbolístico, qué ves de él como jugador?
Él está tratando de estar físicamente de una manera y hacer cosas que a lo mejor no le son cómodas. Está queriendo jugar muy atrás, porque fijate que físicamente no está terminando todos los partidos. Entonces empieza a jugar como jugaba Cardona en algún momento, paradito en un costado, recibiendo, dando pases, sin llegar al área. El último partido que Boca jugó en la Bombonera lo hizo bien (4-0 ante Defensa y Justicia), porque de tres cuartos de cancha hacia adelante tiene todas las virtudes y aptitudes para ser el conductor. Tiene dos delanteros que le pueden picar a las espaldas, puede descargar y resolver ahí con Zenón, por ejemplo. Ahí, en tres cuartos, cerca del área, todavía no le pegó al arco, pero lo he visto en Colo Colo que patea bien. Palacios tiene un montón de condiciones. Lo que pasa es que él tiene que ordenarse, tener prioridades. Hoy es Boca; ya fue a Chile, ya se mandó la cagada. Boca lo va a llevar hacia arriba, a que Gareca lo quiera volver a convocar. Y le va a ser útil para Chile, que tiene bastantes problemas, pero tiene que agarrar el ritmo del fútbol argentino. Si no lo agarra, va a terminar jugando en México o algún equipo de Brasil. Pero tiene que ordenarse. Lo escuché decir a Almirón, y eso me gustó mirá que no soy almironista, que a Palacios no le dio responsabilidades, porque es importante cuando está fresco. Algo que a nosotros nos pasaba con Román(Riquelme), ojo que no lo quiero comparar con él o ese tipo de jugadores, pero dejá que nosotros corremos por vos, pero cuando vos la tenés, vas a hacer la diferencia. Que Palacios se desgaste para para correr 30 o 40 metros en retroceso, no le va a servir al equipo. Después del último partido de Boca que le resultó muy bien, él no se tenía que relajar. No se tenía que haber ido, se debió quedar. La rompió. Listo. ‘Me quedo’. Cada fin de semana le pago un pasaje a mis amigos, a mi mamá. Que vengan, los recibo en mi casa. Yo me quedo acá porque tengo que entrenar. Boca es así, boludo, en un día tenés este quilombo. Hace una semana se fue, estaba bien. Hoy en día tiene un quilombo.
Otro quilombo llamado Gareca
-Hay mucha molestia por la poca autocrítica de Ricardo Gareca en la Selección. ¿Cuál es tu opinión?
Leí por ahí que dijo que él había llegado al proceso ya en marcha. Pero la diferencia que tiene un entrenador de selección con uno de club, es que cuando llega a un proceso, puede elegir. No es que por contrato tiene una lista de jugadores y listo. Él puede elegir, puede meter mano. En el partido contra Paraguay, entra Osorio y es el único que remató al arco. Después jugó de titular contra Ecuador por una lesión de otro, pero fue como un manotazo de ahogado. Lo mismo con la convocatoria de Palacios. El jugador chileno tampoco es muy receptivo del técnico extranjero, y más de aquel técnico que es jugadorista, del modo que es Gareca. Capaz que va Sampaoli y los tiene cortitos, y capaz que Bielsa los tuvo cortitos y le dio resultado. Convengamos que era otra camada de jugadores también.

-Pero hace rato que la Selección de Chile no levanta cabeza.
Creo que hay una gran falencia en el fútbol chileno a partir de ciertos años, cuando empezaron a hacerse cargo de los clubes las Sociedades Anónimas Deportivas y dejaron de formar. Cuando vos dejás de hacerlo, tenés estos problemas a futuro. La U dejó de formar, los equipos dejaron de formar, los equipos grandes empezaron a comprar jugadores de todos lados, cuando son justamente los que abastecían a la Selección. Colo Colo ‘91 abastece a la Selección, la del ‘98 tuvo mucho jugador de la U. Evidentemente Gareca no le encontró la mano al equipo. Y no es fácil dirigir en Chile. La prensa es dura y no es de plazos largos. Ahora, la excusa de yo me subí a este barco en movimiento, eso no va para mí. Tiene que tener un poquito de autocrítica y ver también si armó mal los equipos o si los jugadores no le respondieron.
-¿Siente que los jugadores tampoco lo entendieron?
El jugador te suelta la mano. Una vez alguien me contó una historia de cuando llegó (Juan Antonio) Pizzi a la Selección. Les había sacado la botella de vino de la mesa a los futbolistas en la concentración. Entonces un integrante del cuerpo técnico, amigo mío, chileno, le dio un consejo. Le dijo: ‘Oiga profe, no les saque una botella, póngale dos. No se las van a tomar, a lo mejor ni toman, pero van a sentir que ganaron esa batalla’. ¿Se entiende adónde voy? Cuando vos llegás a un grupo que no debe ser fácil, porque Arturo Vidal no debe ser un líder fácil, no digo ni que sea bueno ni que sea malo, el tipo tiene una personalidad y por eso triunfó, y si a lo mejor no convive con el técnico, no va contagiar con su actitud a los demás. Ojo, no le echo la culpa a Vidal de nada, lo pongo como ejemplo. Insisto, para mí es responsabilidad del entrenador que tiene que llegar a un lugar y ver que hay ciertas personalidades que son fuertes y que tenés que acompañarlos. Si vos no los acompañas, creés que otras cosas son más importantes, sonaste. Porque en Perú le fue bien, pero allá él fue parte de todo un proceso de cambio. En Chile agarrar a una Selección golpeada es diferente a Perú.
-¿Usted comparte la reflexión de que después de las dos Copas América los chilenos fueron soberbios y que hoy, los argentinos, estamos devolviéndoles la arrogancia con la misma moneda?
Que Chile remarque sus logros en Copa América está bien. Es parte del folclore. Ahora, eso los desvió, como que se quedaron en el pasado. Ya van dos Mundiales sin poder clasificar. Chile es importante para nosotros, los argentinos, porque alimentamos el fútbol chileno con jugadores que a lo mejor no tienen lugar o espacio en el medio argentino. Y esos chicos encuentran una salida laboral en Chile, que después se puede transformar en algo mejor. Yo siempre pongo el ejemplo de (Darío) Conca, que terminó en Brasil y después en China, pero pasó antes por Católica. El mexicano va a buscar argentinos a Chile porque sabe que hay jugadores de calidad a menor precio. Entonces que no se duerma Chile con aquello. Está buenísimo que hayan ganado dos veces la Copa América, pero en lo personal a mí como argentino eso no me produce nada, te digo la verdad. Quedarse con el pasado no sirve nada, hay que ir para adelante y Chile tiene todas las condiciones para para mejorar. Lo que pasa es que, claro, están las Sociedades Anónimas Deportivas que le hicieron mucho mal al fútbol de Chile.
-¿Por qué no le gustan para nada las SAD?
Porque dejaron de formar jugadores para empezar a hacer negocio. Por ejemplo, a la U llegaron jugadores venezolanos lesionados. Cuando vos tenés que mirar abajo y decirle a los chicos que están en el club desde muy pequeños que va a llegar alguien con una planilla Excel a contratar jugadores vía Wi-Fi, todo se perdió. Muchos empresarios que empezaron a hacer su negocio tuvieron un gran éxito económico, pero empobrecieron a los clubes y los equipos chilenos cada vez tienen menos preponderancia en los torneos internacionales. Chile necesita volver a recuperar un lugar que ha dejado de lado hace bastante tiempo.