El Club Social y Deportivo Colo Colo ha sido históricamente una institución de referencia en el fútbol chileno, tanto dentro como fuera de la cancha.
Sin embargo, al analizar la evolución de sus remuneraciones en la última década, surgen interrogantes sobre la sostenibilidad de su modelo financiero. ¿Se trata de una inversión justificada o de un gasto desbordado?
El salto exponencial en remuneraciones
En 2013, Colo Colo destinaba $4.476 millones al pago de remuneraciones. Diez años después, esta cifra se disparó hasta los $12.347 millones, lo que representa un incremento de 2,75 veces lo que se paga en materia de salarios.
En comparación, Universidad de Chile redujo su gasto en remuneraciones en un 11,6%, pasando de $8.211 millones en 2013 a $7.255 millones en 2023. Mientras tanto, Universidad Católica experimentó un aumento moderado del 115%, alcanzando los $9.389 millones, desde los 4.366 millones iniciales, todo en el mismo período.
Gasto salarial albo, muy por encima de los indicadores económicos
Si bien es cierto que los costos de vida han aumentado en la última década, los datos económicos demuestran que el incremento en las remuneraciones de Colo Colo supera ampliamente cualquier índice de referencia. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha experimentado un alza del 68,8% en el mismo período. A su vez, el Índice de Remuneraciones y Costos Laborales, también publicado por el INE, muestra un incremento del 113,6%.
Esto significa que el gasto en salarios de Colo Colo ha crecido mucho más allá de lo que justifican los indicadores económicos nacionales. Mientras que en una década el costo de vida y los salarios generales han aumentado en promedio un 113,6%, el club albo ha prácticamente triplicado sus remuneraciones, lo que plantea serias dudas sobre la racionalidad de esta política financiera.
¿Mayor inversión, mejores resultados?
Uno podría pensar que este aumento en remuneraciones ha traído consigo un dominio absoluto en lo deportivo. Sin embargo, la realidad muestra un panorama distinto. Desde 2013 hasta 2023, Colo Colo ha conquistado 5 títulos Primera División (4 en los torneos cortos de Apertura y Clausura y uno de 30 fechas), mientras que Universidad Católica, con un gasto más controlado, ha obtenido los mismos 5 títulos, pero todos en formato “largo” de 30 fechas.
Esto plantea una pregunta fundamental: ¿Ha sido eficiente la inversión en sueldos? El club ha optado por un modelo donde la adquisición de jugadores de renombre y sueldos elevados no siempre se ha traducido en éxitos deportivos sostenidos.
Millones en refuerzos, ninguna final: Colo Colo paga caro su intrascendencia internacional
Un punto relevante a considerar es que los clubes que obtienen campeonatos suelen experimentar aumentos en sus gastos en remuneraciones, ya que deben reforzar sus planteles con jugadores de mayor calidad para poder competir a nivel internacional, especialmente en torneos como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana.
Este patrón ha sido estudiado en diversos clubes sudamericanos, donde la exigencia de participar en torneos continentales obliga a una inversión mayor en refuerzos, infraestructura y preparación. Sin embargo, en el caso de Colo Colo, el gasto en sueldos ha crecido desproporcionadamente sin una correlación directa con el éxito internacional.
A pesar de esta inversión, el club albo solo ha logrado llegar en dos ocasiones a los cuartos de final de la Copa Libertadores en los últimos 10 años (2018 y 2024). Superar esa barrera ha demostrado ser extremadamente difícil para equipos chilenos, y Colo Colo no ha sido la excepción.
En la última década, solo unos pocos clubes que no pertenecen a las grandes potencias sudamericanas han logrado superar esa instancia: Guaraní de Paraguay (semifinalista, 2015); Tigres de México (semifinalista 2015); Independiente del Valle de Ecuador (finalista, 2016); Atlético Nacional de Colombia (campeón 2016) y Barcelona de Ecuador (semifinalista, 2017 y 2021).
Esto evidencia que, a pesar de la millonaria inversión en sueldos, Colo Colo ha tenido un techo competitivo a nivel internacional difícil de superar. Mientras algunos equipos con menor presupuesto han logrado llegar a instancias decisivas, el club albo sigue sin consolidar un proyecto deportivo que le permita ser un candidato serio al título continental.
¿Riesgo financiero o estrategia calculada?
El análisis financiero invita a la reflexión. Colo Colo ha optado por un modelo de alto gasto en remuneraciones, pero con resultados deportivos que no justifican del todo esa inversión. La gran pregunta es si este modelo es sostenible a largo plazo o si, por el contrario, se está gestando una burbuja económica que eventualmente estallará.
En un fútbol cada vez más competitivo y con recursos limitados, la eficiencia en la gestión financiera se vuelve tan importante como el rendimiento en la cancha. Si Colo Colo no logra alinear su estructura de costos con un retorno tangible en títulos y estabilidad económica, el mayor club de Chile podría enfrentarse a un dilema que va más allá del balón: seguir gastando sin límites o comenzar a ajustar su modelo, antes de que sea demasiado tarde.